Un iceberg más grande que Long Island se desprendió de la Antártida por el calentamiento

0
292

El Financiero

Un iceberg del tamaño de la isla española de Mallorca se ha desprendido de la costa de la Antártida. Mediciones tomadas desde satélites y aviones confirman que ahora es el más grande del mundo.

El iceberg A-76 se desprendió del lado occidental de la plataforma de hielo de Ronne en la Antártida y ahora está flotando en el mar de Weddell, según la Agencia Espacial Europea. Mide alrededor de 170 kilómetros de largo y 25 kilómetros de ancho. Es más grande que Long Island en Nueva York y la mitad del tamaño de Puerto Rico.

La capa de hielo de la Antártida se está calentando más rápido que el resto del planeta, causando el derretimiento de las cubiertas de nieve y hielo, así como la retirada de los glaciares, especialmente alrededor del mar de Weddell. A medida que los glaciares se retiran, trozos de hielo se desprenden y flotan a la deriva hasta que se rompen o se estrellan contra la costa.

El año pasado, las corrientes llevaron el iceberg A-68A, el más grande del mundo en ese momento, desde la Antártida hasta la costa de las islas Georgias del Sur. Científicos temían que el iceberg chocara con una isla que es un área de reproducción de lobos marinos y pingüinos, pero terminó dividiéndose y desintegrándose en pedazos.

El nivel promedio del mar ha aumentado cerca de 23 centímetros desde 1880, y aproximadamente una cuarta parte de ese aumento proviene del hielo que se derrite en las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, junto con glaciares terrestres en otros lugares, según un estudio publicado en Nature a principios de este mes.

El estudio realizado por 84 científicos de 15 países concluyó que los objetivos nacionales más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático establecidos recientemente no son suficientes para evitar el aumento del nivel del mar. De hecho, el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo elevará el nivel del mar dos veces más rápido que si los países cumplieran sus promesas anteriores en virtud del Acuerdo de París.