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El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó los cambios en la presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) e insistió en realizar una reforma de fondo que limpie esta institución y otras sujetas al Poder Judicial.
Esta mañana, se informó que el magistrado Felipe Fuentes Barrera fue designado como presidente del órgano de manera interina hasta el próximo 1 de septiembre.
Este nombramiento se da luego de las dimisiones de Reyes Rodríguez Mondragón y José Luis Vargas Valdez a ocupar la presidencia del Tribunal electoral.
El presidente de la República consideró que los miembros de esta institución no han actuado a la altura de la democracia mexicana y puso como ejemplo la cancelación de las candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón por Morena a Guerrero y Michoacán, respectivamente, caso en el que —acusó— los magistrados actuaron por consigna.
“No está bien el Tribunal, no han demostrado actuar con rectitud, a mí me decepcionaron y tengo pruebas. Cuando resolvieron cancelar las candidaturas en Michoacán y en Guerrero, actuaron bajo consigna, no actuaron como jueces, incluso cayeron en contradicciones garrafales, nada más que ya no hay ninguna otra instancia (superior)”, expuso el jefe del Ejecutivo federal.
“No, no coincido, no coincido, eso tiene que renovarse, no hay más que una renovación tajante, tanto en el INE como en el Tribunal”, lanzó.
En ese tenor, López Obrador también lamentó que la reforma al Poder Judicial no podrá ser encabezada por el actual ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, debido a los intereses predominantes en otros integrantes del máximo tribunal del país.
El mandatario federal confió en que sean los propios integrantes del Poder Judicial quienes encabecen los esfuerzos para desterrar la corrupción y la impunidad y antepongan el interés nacional de hacer justicia a todos los mexicanos.