Milenio
Recortes presupuestales, vandalismo y desastres naturales han puesto en predicamento al Sistema de Alerta Sísmico Mexicano (SASMEX) en Oaxaca, pues están comprometiendo la emisión de alertas tempranas en todo el país.
En mayo pasado, la Estación Sensora de Campo (Esdeca), La Reforma, ubicada en la región del Istmo de Tehuantepec y utilizada para detectar movimientos telúricos, reportó fallas que la dejaron fuera de operación; lo mismo sucedió en las estaciones Lachiguiri, El Venado y Cuajimoloyas, todas en Oaxaca.
Las fallas podrían obedecer al vandalismo encontrado en la estación, en el cual destaca el robo del equipo, la presencia de maleza, nidos de aves, o incluso, la caída de alguna torre ante las recientes lluvias.
De acuerdo con documentos obtenidos por MILENIO, en el último año no han sido revisadas las 36 estaciones por la falta de presupuesto asignado para el mantenimiento, cuyo monto asciende a 14.1 millones de pesos, y además se alerta del riesgo que representa la falta de servicio en Oaxaca ante un eventual sismo, “ya que pone en riesgo la eficacia necesaria para emitir su aviso federal de alerta”.
En una decena de cartas, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico AC, entidad sin fines de lucro que administra las alertas del país, advierte a la Coordinación Estatal de Protección Civil (Cepco) (que dirigía Siddharta Luna Hernández) y al gobernador Alejandro Murat sobre los riesgos que representan la falta de revisión y reparación del sistema.
El gobierno del estado ha limitado los recursos para la operación, conservación y mantenimiento de las estaciones sensoras del Sistema de Alerta Sísmico de Oaxaca; una precaria situación atribuida a la austeridad -según la misma Cepco-, pero de lo cual ya también estarían enteradas las autoridades federales sin que exista coordinación entre las partes beneficiadas.
Tan sólo entre abril y junio se notificaron fallas en cuatro estaciones sensoras: 0x34 Lachiguiri, 0x21 El Venado, 0x31 Cuajimoloyas y 0x14 La Reforma; por lo que el Cepco pide a las autoridades intervenir de manera inmediata y contemplar los 14 millones 152 mil pesos que requiere el Sistema de Alerta Sísmico de Oaxaca, dinero que fue solicitado desde agosto de 2020.
Pero las cartas nunca habrían llegado al encargado de Protección Civil, Siddharta Luna, quien desde enero dejó la Cepco para poder ser anotado en las listas de diputados postulados por la alianza conformada por el Partido Revolucionario Institucional, Acción Nacional de la Revolución Democrática.
Sin embargo, los documentos sí fueron entregados en copia a Laura Vázquez, coordinadora nacional de Protección Civil; a Oscar Zepeda Ramos, director de Protección Civil; Enrique Guevara Ortiz, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres; a Myriam Urzúa Venegas, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, y a Renato Barrón Ruiz, director del Instituto de Seguridad de las Construcciones de la capital del país.
“Rogamos a usted intervenga para poder regularizar con el Cepco el contrato para conservar y mejorar dicho sistema durante el actual ejercicio 2021”, refiere la misiva del 20 de mayo dirigida al gobernador y al director general, Juan Manuel Espinosa Aranda.
La asociación reconoció que si bien las estaciones hoy se mantienen activas en el sistema monitoreado desde la Ciudad de México, la falta de revisión genera desconfianza, pues representaría un riesgo para el sonar de los altavoces de Guerrero, Puebla o la capital.
“Todas las estaciones tienen visitas regulares y están operando al 100 por ciento, excepto las 36 de Oaxaca, pero ¿cómo están sus parámetros en el sitio? Lo desconocemos; hay una cierta desconfianza de cómo están operando y qué tan vulnerables puedan ser en este momento”, explicó en entrevista Roberto Islas, gerente de servicio y portavoz del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico.
Consultado al respecto, Miguel Morales, jefe de análisis de amenazas de la coordinación de Protección Civil de Oaxaca, explicó que las 36 estaciones están operando, así como las repetidoras y las bocinas, pero en cuanto al sistema “tenemos que atenderlo con lo que tenemos”, explicó.
“Sabemos que estamos en una etapa de austeridad en el país, no sólo el estado, sino todo el país, por cuestiones varias, además del covid y muchos de los recursos están siendo destinados para atender este tipo de situaciones”.
“En este momento se cuenta con un presupuesto ya etiquetado para el sistema, desafortunadamente no alcanza la cantidad que se solicita porqué se han venido aumentando los precios, ellos los vienen mejorando en cuanto a su tecnología, pero a menos que a nosotros nos den un resolutivo de que sí podemos generar un presupuesto más grande, no podemos hacer nada: la coordinación no es la que maneja el dinero”, concluyó Miguel Morales.