Con el objetivo de visibilizar la violencia de género en mujeres adultas a fin de incorporar la perspectiva de género en el proceso del cuidado de la salud de ellas, la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca (SMO) presentó la conferencia virtual “Violencia y Género: Mujeres Adultas con enfermedades neurodegenerativas” a cargo de la Abogada y Antropóloga, María Alejandra Sánchez Guzmán.
A nombre de la titular de la SMO, Ana Vásquez Colmenares Guzmán, la subsecretaria de Promoción, Participación y Equidad de Género, Raquel Alberto Marín, dio la bienvenida al evento que se realiza en el marco de los 16 Días de Activismo Mundial a favor de los derechos humanos de las mujeres.
En este contexto señaló que muchas de estas enfermedades son genéticas, pero algunas pueden presentarse por alcoholismo, un tumor o un ataque cerebrovascular. Algunas otras causas incluyen toxinas, químicos y virus, y en otras veces las causas se desconocen, lamentó.
Las demencias, como el Alzheimer, representan el 70% de los casos donde las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollarlo; la depresión en cambio afecta al doble de mujeres que hombres en el mundo. En este contexto, señaló la funcionaria, hay que cambiar el modo de considerar el género, la salud y la ciencia.
“Es imperante un proceso de sensibilización sobre las diferencias a distintos niveles, para reconocer que las mujeres y los hombres no sufren los trastornos neurodegenerativos de la misma manera, así también las violencias que viven personas con enfermedades de este tipo, por parte de sus cuidadores también es diferente”, aseveró Alberto Marín, quien describió los factores determinantes, así como los diversos contextos.
En tanto la ponente, María Alejandra Sánchez Guzmán dio a conocer con base en un estudio minucioso en torno al tema, los cambios epidemiológicos poblacionales en el país desde 1950 a la fecha y con proyecciones a 2050. Se refirió también a la vejez feminizada y sus características, así como a las desigualdades estructurales, donde advirtió que las personas en edad avanzada van a requerir cuidados que los servicios de salud no proporcionan.
Al hablar del trabajo de cuidados no remunerados, dijo que existen los cuidados pasivos y cuidados activos, estos últimos son cuando al mismo tiempo que cuidan a una persona mayor están haciendo por ejemplo trabajos domésticos, y son las mujeres quienes en su mayoría los realizan.
Señaló también la ponente que las mujeres adultas mayores suelen padecer polivictimización, pues son violentadas por sus hijas e hijos, por su pareja o cualquier persona de convivencia en el mismo espacio físico. Además, describió con testimonios, la violencia en contextos de enfermedad y desde la investigación cómo se ha abordado en la historia reciente.
“En los años 70 la violencia de género empieza a ser un tema de reflexión en el ámbito público. Hasta los años 90 la Organización Mundial de la Salud la reconoce como un factor que deteriora la salud en las personas de edad avanzada”, acotó.
Al referirse a la posible relación de violencia entre cuidadores, comentó que en padecimientos como el Parkinson es donde hay más violencia entre las y los cuidadores y pacientes y viceversa. A mayor tiempo de cuidado aumenta la violencia, añadió.
Por ello dijo, es indispensable visibilizar que hay ciertos contextos de vulnerabilidad donde por ejemplo las personas no pueden llegar a los servicios de salud y eso agrava la situación. “Hay que generar estrategias para distribución del cuidado y detección del maltrato”, recomendó.