Más dolor en el periodismo

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ERNESTO REYES

La noche del jueves 10 de febrero, el reportero Heber López Vásquez, responsable del sitio digital Noticias Web, del puerto de Salina Cruz, murió a consecuencia de disparos de arma de fuego que le propinaron, según las primeras indagatorias, dos sujetos, quienes lo cazaron en donde tenía su estudio de grabación. Testigo de la tragedia, el mayor de sus hijos. Otro reportero, Gustavo Sánchez Cabrera, fue asesinado en la localidad de Morro Mazatán, del mismo municipio oaxaqueño, el 17 de junio pasado, crimen que continúa impune.

Desde el jueves mismo, el gremio entero realizó angustiosos llamados a la autoridad para que cese el clima de inseguridad que se respira en el Istmo de Tehuantepec, cuyos habitantes son víctimas de atentados y ejecuciones. La violencia y el crimen se institucionalizaron, ante la omisión de los niveles de gobierno, me dice una colega.

En varias ciudades de esta región, la delincuencia común y organizada se pasea a sus anchas. Bueno, hasta el cabildo de Juchitán de Zaragoza, según sostiene el gobernador Alejandro Murat, protege o “tiene nombres de capos, de la mafia”, según su alocución en un acto partidista el jueves mismo, donde el mandatario, se solazaba en discursos, mientras la sangre corría en Salina Cruz.

Tema aparte es que Murat exhiba pruebas de su dicho o que la fiscalía y la autoridad responsable detenga y procese a quien esconda actividades criminales detrás de un cargo público, trátese del partido que sea. Si como autoridad no ejerce sus atribuciones, Murat terminará siendo calificado, por lo menos, como un “bocón” y perderá toda seriedad y respeto ante sus gobernados. Los oaxaqueños no olvidamos el famoso auto atentado -sí, el de “la parabrisas”- que en el año 2004 inventó el ex gobernador José Nelson Murat, con la pretensión de involucrar a sus adversarios políticos.

A fin de esclarecer el asesinato de Heber, sus colegas demandan mayor compromiso al Fiscal Arturo Peimbert, así como también al gobernador y al mismo presidente López Orador. La gente sabe y en estas líneas apenas lo dijimos, que cuanto más se tarde en aclararse los ataques, más crece la impunidad. La falta de justicia actúa como incentivo a favor de quien no está de acuerdo con las críticas, señalamientos o denuncias que a diario se publican en los medios de comunicación.

En el caso de Heber, la oportuna participación de la policía municipal aseguró en flagrancia a dos de los presuntos sicarios, a quienes se les decomisó el arma homicida. A uno de ellos, según informaciones locales, se le relaciona con la exagente municipal de Salinas del Marqués. A esta mujer, el comunicador la señalaba de estar presionando a vecinos y trabajadores de la obra, conocida como El Rompeolas, a fin de que la respaldaran en sus ambiciones políticas. El rompeolas es una de las grandes obras asociadas al Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec. Cierto o equivocado, corresponde a la Fiscalía confirmar o desmentir si dichas denuncias tuvieran relación con los hechos que privaron de la vida al reportero.

De 43 años de edad, Heber López Vásquez, deja a su esposa Olga Lidia Osorio Echeverría e hijos Óscar y Santiago, en la orfandad. Su sacrificio, un profundo sentimiento de impotencia y dolor entre sus colegas debido al talante y espíritu de compañerismo que lo caracterizaba. Una crítica, por más dura que resulte, no debiera ser motivo para que un comunicador sufra ataques contra su vida. El periodismo es combate de ideas, de propuestas, de reflexiones, pero también de denuncias, señalamientos, actividad plenamente protegida por el Estado de Derecho. En los medios de comunicación se debate la vida pública y debe garantizarse el ejercicio de la libertad de expresión y los derechos humanos.

De la misma zona, el pasado 26 de enero José Ignacio Santiago Martínez, director del sitio de información policiaca, Pluma Digital, denunció un atentado a balazos que sufrió en la región mixteca. Por fortuna, guardias asignados al mecanismo de protección a periodistas amenazados, que tiene a su favor, le salvaron la vida al repeler la agresión. Heber ya no tuvo esta garantía, si es que como se dice, estuvo amenazado. Mi solidaridad con el gremio y con su familia.

@ernestoreyes14

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