Por considerar que fue erigido durante la esclavitud y que promovía la discriminación y el racismo, comuneros integrantes del Consejo Supremo Indígena de Michoacán derribaron el monumento de Fray Antonio de San Miguel.
Las estatuas de tamaño real muestran al sacerdote español Fray Antonio de San Miguel ordenándole a un purépecha semidesnudo que corte un bloque de piedra, mientras que se ve a otro cargar una piedra sobre su espalda.
Después de las acciones de los indígenas, agentes policiales del municipio de Morelia detuvieron a 24 personas por su probable participación en el derribo de la estatua de Fray Antonio de San Miguel y del segundo personaje.
Los manifestantes consideraron que dicho trabajo escultórico, develado en 1995, es discriminatorio y racista, por lo que decidieron echarla abajo con lazos.
