Detrás de la Noticia: ¡Sin maíz no hay país!

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Alfredo Martínez de Aguilar

Cuidado, pobres dejan de comer tortilla

De manera machacona advertimos sobre el grave riesgo de seguridad pública y seguridad nacional que entraña la severa crisis económica, de salud, empleo y alimentaria que enfrenta México.

Es indispensable hacerlo de forma insistente, una y otra vez porque está en juego la supervivencia o la muerte de millones de mexicanos por hambruna y las enfermedades que esta trae consigo. 

A lo largo de la historia está plenamente demostrado que las revoluciones en el mundo han empezado por hambre y sed física, así como de libertad y de justicia social. No lo olvidemos.

No es alarmismo, ser agorero del desastre ni menos emisario del pasado neoliberal. Se trata de aportar propuestas para apoyar a las autoridades. Si les va bien a estas nos va bien a todos.

El Inegi prevé que la economía mexicana cayó 0.1 por ciento en julio; van 3 meses seguidos a la baja. Como lo hemos venimos advirtiendo la falta de crecimiento afectará a los de menor ingreso.

La afirmación sin maíz no hay país no es una frase hecha más, sino una divisa de vida. ¡Cuidado, millones de pobres en México y Oaxaca dejan de comer tortilla porque no les alcanza el dinero!

El 3 de diciembre de 2018; un Kilogramo de Tortilla en la Zona Metropolitana de Monterrey costaba $15.29; al 17 de Agosto de 2022 costó $22.58, es decir, un incremento del 47.6%.

Uno de los mayores retos postpandemia de la COVID-19 es sobrevivir a la inflación porque el salario mínimo resulta totalmente insuficiente para comprar alimentos de la canasta básica.

En México, el precio de la ‘canasta básica de supervivencia’ para un hogar promedio sobrepasa el salario mínimo neto, pese a su sustancial incremento por el gobierno de la Cuarta Transformación.

El salario ya no alcanza para alimentar a las familias al ser insuficiente. El impacto inflacionario en alimentos y bebidas en la mayoría de Latinoamérica supera el encarecimiento general de precios.

El encarecimiento de la comida impacta de distinta forma según la capacidad económica del grupo poblacional; sin embargo, los de mayor pobreza son quienes gastarán más sin suficiente salario.

Con una inflación en alimentos durante el pasado mes de marzo de 2022 de 12.1 por ciento, en México dicha cantidad está por encima del encarecimiento absoluto ubicado en 7.5 por ciento.

La inflación mexicana se debe a una combinación de factores: los nacionales, donde aparecen la sequía y la inseguridad, y los internacionales, en los que destaca la guerra entre Rusia y Ucrania.

Por tal motivo, el Movimiento Social Ciudadano Unidos por Oaxaca #UNO impulsa los Programas de Reactivación de la Economía y Alimentos a Precios Accesibles del Productor al Consumidor.

Mediante amplias alianzas estratégicas con productores individuales y organizados #UNO ha vendido toneladas de papaya, limón, café, mango, miel, cacahuate, coco y camarón blanco.

Sonó la hora no solo de volver los ojos al campo mexicano y oaxaqueño para elevar los índices de producción y productividad, sino de volver a impulsar la producción familiar para autoconsumo.

Sabia, pero cruelmente, la naturaleza nos pasa la factura con un alto costo por las estupideces de pueblo y gobierno al abandonar y olvidar que la mayor fuente de riqueza surge en el campo.

Por falta de planeación y precios justos para garantizar el retorno de la inversión a los productores agrícolas, resulta un crimen de lesa humanidad que no se cultive maíz en tierras aptas para ello.

Este último es el caso de la zona de Ayotzintepec en la Cuenca del Papaloapan. Científicamente está demostrado que se pueden producir 12 toneladas de maíz por hectárea. No se produce una.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila