Pasar de la Seguridad Pública a la Seguridad Ciudadana es necesario en Oaxaca

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Javier Chávez

Es urgente un cambio de paradigma entre las instituciones que nos brindan seguridad. En los últimos días ha destacado la noticia de la muerte de dos personas a manos de elementos de seguridad municipales: el primer caso es mediático, el de Abigail Hay Urrutia en los separos de la policía municipal de Salina Cruz, el segundo de un migrante de nombre Jaime H. O. quien murió estando en detención en la comandancia de Santa María Huatulco. Esta situación resulta totalmente alarmante, sobre todo, cuando desde el comienzo el debido proceso y la clasificación del hecho jurídico se aplicó de manera errada, ambos infractores siendo detenidos por una falta administrativa, no un delito, para ser privados de su libertad y ahí, encontrar su muerte.

Por ello resulta indispensable el cambio de estrategia de seguridad en Oaxaca, migrando de un modelo de seguridad pública a un modelo de seguridad ciudadana. Colocando como centro de protección a la ciudadanía, respetando sus Derechos Humanos, yendo más allá de las políticas de seguridad pública que simplemente se centran en la acción persecutoria, la sanción de los crímenes o la acción coercitiva.

Es imperante entender a la seguridad más allá del delito y enfocar los esfuerzos en la prevención e identificación de factores que ponen en situación de vulnerabilidad a las y los ciudadanos, entender a estos en su individualidad y como miembros de una colectividad.

No olvidemos que la seguridad es un princio que debería estar garantizado por el Estado, sin embargo, es necesario entenderla como una corresponsabilidad de todas y todos: gobierno, ciudadanía, organizaciones de la sociedad civil, academia, etc.

Resulta obvio que el Estado no podrá solo con esta labor, pero podría comenzar por brindarle a la ciudadanía la confianza necesaria para que esta comience a participar, implementando programas de acercamiento de las fuerzas de seguridad con el pueblo, incentivar ejercicios colectivos como el mismo tequio, acciones sociales en las que se involucren las fuerzas estatales y municipales, redignificando la labor que las y los policías están realizando día con día para brindarnos seguridad ciudadana. Es solo mediante la sensibilización mutua, en donde la ciudadanía podría encontrar la confianza en sus elementos de seguridad y, en respuesta, estas podrían lograr el respeto de la sociedad.

La capacitación constante y hasta la implementación de la tecnología, podrían fungir como aliados en la tarea. Con ello se podría conocer factores y zonas de riesgo, en dónde implementar tareas de prevención, los lugares en dónde tener mayor acercamiento, etc. Las tecnologías en patrullas como cámaras 360°, tabletas electrónicas conectadas a C2 y C4, GPS, lectores de placas y cámaras corporales en los elementos, ya son una realidad en diferentes países e incluso en varios estados y municipios en nuestro país, lo cual hace necesario que Oaxaca no se quede atrás.

Con dicha tecnología se ha comprobado una fuerte acción de prevención en la comisión de los delitos, ya que se monitorea el comportamiento de los elementos, los vehículos reportados ya involucrados en algún delito y se identifica a personas que cuenten con alguna orden de detención.

Es por ello que, solo la capacitación y prevención, evitará que vuelvan a suceder hechos en los que pierdan la vida más ciudadanas y ciudadanos a manos de elementos policíacos, y así ir construyendo una nueva historia en la seguridad de nuestro estado, con la participación conjunta de gobierno y ciudadanía.