Alfredo Martínez de Aguilar
A contracorriente de los puristas del periodismo, estamos plenamente convencidos que la prensa, en su acepción más amplia, es el único contrapoder real, eficaz, eficiente y efectivo, en el mundo.
Y lo es porque las más de las veces, aunque de origen centenario, la división de poderes y la Ley, no han dejado de ser en la real politik un simple referente de la teoría del derecho constitucional.
También lo es, porque la libertad de expresión es, por razones sociopolítico-jurídicas y hasta teológico-espirituales, un derecho humano fundamental, al convertirse el Verbo en ser humano.
Ante la más grave crisis política que enfrenta el presidente López Obrador durante su sexenio por el ciberataque de los hacktivistas del grupo “Guacamaya”, es importante reflexionar al respecto.
Los millones de documentos confidenciales obtenidos del “hackeo” a los archivos de los servidores de la Defensa Nacional fueron difundidos inicialmente por Carlos Loret en la plataforma Latinus.
El hackeo se complica porque el GIEI señala al Ejército y la FGR de frenar las investigaciones del caso Ayotzinapa y revela mensajes entre militares y Guerreros Unidos, información no entregada y acusaciones deficientes.
Muchos conflictos innecesarios generan a AMLO, la lección histórica no aprendida que los gobernantes y políticos, nunca deben chocar con los periodistas, porque terminarán derrotados.
Hoy, a dos años de la conclusión de su administración, el misil contra la corrupción y falta de transparencia dinamita la línea de flotación del gobierno del presidente de la 4T, López Obrador.
Aunque Porfirio Díaz no es santo de su devoción, no debe olvidar que la entrevista del reportero James Creelman a Díaz en 1908 detonó la caída de la dictadura y el estallido de la revolución.
Como lo intenta AMLO, Díaz sometió a los periódicos y desanimó la participación ciudadana en la política. Redujo paulatinamente los efectos del ejército, corrompió a los jefes de alta graduación.
A semejanza del canadiense James Creelman, el mexicoamericano Jorge Ramos ha entrevistado provocadoramente a López Obrador y exhibido el fracaso de su política en materia de seguridad.
En marzo de 1908, la revista británica Pearson’s Magazine publicó la entrevista de Creelman con el presidente Porfirio Díaz, mostrando la preocupación de los norteamericanos hacia nuestro país.
Sin embargo, esta preocupación también era interna, como se evidenció cuando Justo Sierra le sugirió considerar lo negativa que podía resultar tanta reelección, pero Díaz no le prestó atención.
La incondicionalidad de sus colaboradores con 90 por ciento de lealtad impide advertir al presidente de las señales enviadas por los periodistas y medios nacionales e internacionales.
La permanente actitud del presidente López Obrador, de no saber ni querer escuchar a nadie, agrava los conflictos innecesarios, especialmente con los periodistas y medios, no incondicionales.
Las consecuencias lógicas y naturales son conocidas en mayor medida por la opinión pública nacional, a partir del ciberataque a la Sedena, por los hacktivistas del grupo “Guacamayas”.
Acción a la que se suma la cantada publicación del controvertido libro ‘El Rey del Cash’ que revela 18 años de “traiciones, corrupción e infidelidades” vinculadas a Andrés Manuel López Obrador.
En su libro, la periodista Elena Chávez González, exesposa del subsecretario de Segob César Yáñez Centeno Cabrera, narra detalles sobre los 18 años que vivió cerca del presidente López Obrador.
La autora deja en claro que su propósito es evidenciar cómo el poder ha sido el gran amor y obsesión del presidente, y “cómo el odio y el resentimiento han sido el alimento que lo sostiene”.
“Cuento aquí a detalle cómo los operadores del presidente consiguieron durante mucho tiempo miles de millones de pesos para cumplirle a su jefe, y de paso también se sirvieron con la cuchara grande. No busco denostar a ninguno de los personajes que aquí aparecen, sino tan solo romper un pacto de impunidad”, detalla la autora.
La cuenta GuacamayaHacks alude al libro “El Rey del Cash” y menciona que no debería sorprender que se le llame así, pues no trabajó durante 18 años y dijeron que “en estos días, AMLO se cae”.
La moraleja que debe dejar a los gobernantes y políticos de todos los partidos, particularmente de Morena, es que periodistas, escritores y medios de comunicación, finalmente les derrotarán.
En conclusión, gobernantes y políticos pasan, porque el máximo poder en México solo dura seis años, pero tiene un término fatal, mientras que la prensa en su sentido más amplio permanece y escribe la historia.
