Es bien sabido por la clase política oaxaqueña que la plaza había sido entregada el pasado 5 de junio a Morena. Las urnas fueron el campo de batalla.
Pero lo que no se sabía es que la plaza en términos de seguridad había sido rendida al crimen organizado.
Aunque parece el inicio de una feroz disputa entre el cartel existente y el que se quiere apoderar de Oaxaca, hay quienes auguran que vienen tiempos peores. La seguridad ciudadana seguirá siendo violentada.
Hoy como nunca antes se dan ejecuciones a plena luz del día, secuestros, cobro de piso, balaceras y demás actos propios de la delincuencia. No es un asunto de percepción, es de hechos.
El día de hoy, los homicidios dolosos son el pan de cada día en las regiones de Oaxaca; principalmente en la Costa, Istmo y Valles Centrales.
Por hoy “Ejecutado” es la palabra más utilizada en los medios de comunicación.
Sin embargo, esto no le quita el sueño ni a la Secretaria de Seguridad Pública, Dalia Baños ni a Vera Salinas, el verdadero responsable de las políticas públicas de Seguridad. De estrategia no hablamos porque no la hay.
