El Zumbido del Moscardón

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Francisco Alejandro Leyva Aguilar

La última vez que le dio COVID-19 al peje, lo primero que hizo, fue grabar un video para sus redes sociales, mostrando su rostro y su voz y explicando que estaba aislado pero activo en su despacho de Palacio Nacional. Si bien no hizo actos públicos, por lo menos estaba muy activo en Twitter y Facebook, pero ahora, parece que le quitaron el teléfono porque no ha dicho absolutamente nada.

Esa ausencia del peje en las redes es inusual, puesto que le encanta mandar mensajes desde ahí, para que los millones de bots que tiene, le den vuelo a sus locuras cibernéticas, hoy ha hecho mutis y eso nos pone a pensar que lo de la parálisis facial de la mitad de su cara, es una realidad y eso le dificulta comunicarse incluso por video.

Si tuviese una parálisis facial o de la mitad derecha de su cuerpo como han afirmado quienes los vieron desmayarse en Mérida, eso sería lo de menos, lo recuperan rápido, pero si su afección es más fuerte, entonces el peje va a tener que dejar la presidencia en manos de un sucesor y pudiera ser que ese camino ya comenzó a andar.

No solo han puesto a Adán Augusto López a encabezar las peroratas mañaneras, también le han cancelado reuniones públicas en las que el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, debería de asistír como Jefe de Estado y anfitrión, por ejemplo de la Conferencia de Estados Americanos y el Caribe (CELAC), que tendría lugar el 6 y 7 de mayo.

Eso quiere decir que el mandatario estará más de una semana fuera de actividad y eso supone que su salud, no solo se limita al COVID o a una parálisis facial del lado derecho de su cara, sino a un problema vascular que lo tiene postrado en la cama y seguramente en terapia intensiva, atendido por los mejores médicos militares de México y no por los cubanos que mandó traer.

Si hoy amanecemos con la noticias de que la agenda presidencial se pospone por más de una semana, eso podría ser confirmatorio de que la salud del “presidente”, no es nada buena y que podría pasar incluso un mes fuera de los escenarios políticos, lo que le implicaría perder un tiempo muy valioso para torcer la ley electoral en la elección de su candiRATA Delfina Gómez para el Estado de México.

Y, mientras al “presidente” lo atienden los mejores médicos militares y civiles de México, con medicamentos controlados por el sector salud como el resveratrol y con una unidad de cuidados intensivos a un lado de su dormitorio en el Palacio Nacional, el nuevo escándalo del sector salud es que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), admitió hoy que ha dejado de surtir ¡45 MILLONES DE RECETAS!

¿Cuántas veces escuchamos decir al peje mientras podía hablar que en México no hay desabasto de medicinas?, ayer en plena crisis por la salud del Macuspano, Zoe Robledo titular del IMSS, afirma que, a pesar de que hay órdenes de que no se prescriban medicamentos que no tienen disponibles en farmacias del Instituto, admite que se ha dejado de surtir 45 millones de recetas en el sector público.

El pasado miércoles en la conferencia de prensa del peje, el titular del IMSS, el impresentable Zoe Robledo confirmó que desde el inicio de este gobierno en 2018, las recetas que no se han surtido suman 44 millones 923 mil 349 recetas sin cumplir, lo que no había sucedido en décadas y es que los yerros de este gobierno al no comprar las medicinas por considerar que las farmacéuticas eran corruptas, sin comprobarlo, derivó en el desabasto más criminal que haya tenido México en su historia contemporánea.

El peje dijo al inicio de su sexenio que tendríamos un sistema de salud como en Dinamarca y para eso desapareció el Seguro Popular que atendía unos 15 millones de usuarios de manera gratuita y creó el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), pero como no ha funcionado, ahora quiere desaparecer el INSABI, para que se haga cargo IMSS bienestar. O sea, un error tras otro.

La realidad es que en 2018, último año de Enrique Peña Nieto, el desabasto de medicamentos fue de 953 mil 919 recetas , o sea el 0.4% del total, pero para 2019 el primer año de peje, esa suma fue de 4 millones, 40 mil 692, es decir casi el 2%; para el 2020 la suma llegó a 11 millones 325 mil, el 5.92% y para 2021 la administración pejista llegó al máximo histórico de 17 millones, 119 mil 502 recetas sin atender, el 8.7% de total.

El año pasado 2022, la cantidad de recetas sin cumplir alcanzó los 10.3 millones y en estos primeros cuarto meses de 2023, el sector público ha dejado de surtir 1 millón 180 mil 436, que representan el 1.92% del total.

¿Y qué dicen en el gobierno?, pues el Doctor Muerte Hugo López Gattel dice que los papás de niños con cáncer que exigen medicamentos para sus hijos, son “golpistas”, que los medios de comunicación que consignan el desabasto son de la ultraderecha internacional, en fin una sarta de estupideces dignas de un miembro de la cuatroté.

La verdad incontrovertible, es que el peje tiene privilegios por ser atendido con medicamentos controlados y en hospitales de primer nivel, mientras que al pueblo -que él dice obedecer- ni siquiera le pueden surtir una simple receta. Esa es la realidad mexicana.

@leyvaguilar
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