Francisco Alejandro Leyva Aguilar
La nota que sacudió a los mercados en México, fue la expropiación que hizo López de tres tramos de vías férreas del grupo México entre Coatzacoalcos y Cosoleacaque Veracruz, apoyándose para eso de la Marina Armada de México y por si fuera poco, después de ese decreto de expropiación, el gobierno de la cuatroté emitió otro para expropiar casi 114 mil metros cuadrados de terrenos de propiedad privada en los municipios de Tultitlán, Tultepec y Nextlalpan en el estado de México y a unas semanas de las elecciones a gobernador en ese estado.
La señal que manda López Obrador de los mercados internacionales, no puede ser más desalentadora en estos días de incertidumbre económica y política en México, porque esas acciones van a ahuyentar la ya de por si escasa Inversión Extranjera Directa (IED), dado que absolutamente nadie va a querer invertir en México, si existe la posibilidad, aunque sea remota de una expropiación.
López declaró como “vienes de utilidad pública” tres tramos de las líneas férreas de FERROSUR, que son propiedad del Grupo México cuyo CEO es Germán Larrea Mota-Velasco, uno de los hombres de negocios más ricos de México y a quien el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, habría aprobado para quedarse con City Banamex, que al final del día, al darse cuenta del riesgo de invertir 7 mil millones de pesos en la compra del grupo financiero, desistió por temor a perder su inversión por otro posible decretazo.
El Grupo México de Larrea, suma hoy ¡CUARENTA Y SEIS MIL SETECIENTOS DIEZ MILLONES DE PESOS de pérdidas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), con solo el decreto de expropiación emitido por el Gobierno de López, es decir, perdió el 4.19 por ciento de su valor en Bolsa, lo que implica reajustes en su organización.
Publicado ya en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto contempla en su resolutivo cuarto que “con la entrada en vigor del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec, debe cubrir con su presupuesto autorizado, el monto de la indemnización que, en términos de ley, debe pagarse a quienes acrediten su legítimo derecho, de conformidad con los avalúos del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales”, es decir sin Germán Larrea piensa que el peje les pagará el 100 por ciento de lo expropiado, está en un grave error. El Gobierno de López será quien ponga el precio¡, juez y parte.
Aunque advierte el mismo decreto que “con fundamento en el artículo 11 DE LA LEY DE EXPROPIACIÓN, los interesados podrán acudir al Poder Judicial de la Federación únicamente para controvertir el monto de la indemnización… pobre German Larrea y pobre de los mexicanos que se van a quedar sin empleos por los ajustes que haga Grupo México con tan importante pérdida de sus activos.
Por supuesto que las reacciones en el mundo empresarial no se hicieron esperare. La COPARMEX, CANACINTRA, EL CONSEJO COORDINADOR EMPRESARIAL y casi todos los hombres de negocios se pronunciaron en contra de la expropiación que López realizó de esos tres tramos de Ferrosur, sobre todo por los daños colaterales que tendrá la inversión en México.
Igual que Hugo Chávez en Venezuela y Fidel Castro en Cuba, López prometió antes y durante su campaña, que no habría expropiaciones en México y que se respetaría la Constitución, por eso el mensaje que manda luego de las expropiaciones de FERROSUR y de miles de metros cuadrados de terrenos en el Estado de México, nos habla del talante autoritario y mentiroso del gobernante que le está dando el tiro de gracia a la economía mexicana.
Si los aplaudidores del peje festinaban el “súper peso” y la fortaleza de la economía, una expropiación que crea incertidumbre en la inversión, puede ser el comienzo del debilitamiento de nuestra moneda derivada de las malas decisiones de un aprendiz de dictador.
En vez de fomentar la IED en México con la inigualable oportunidad que ofrece la tensa relación política entre China y Estados Unidos, López torpe e iracundo como es, envía este mensaje a los inversionistas internacionales: “NO VENGAN A MÉXICO PORQUE LES PUEDO QUITAR SU DINERO”.
Y el problema es que así comenzó Hugo Chávez en Venezuela, prometiendo que no haría expropiaciones y resultó que prácticamente todas las empresas privadas de aquél país, que eran productivas y que generaban empleo, al ser expropiadas se vinieron irremediablemente a la quiebra.
Hay un libro que escribió Enrique Krauze mucho antes del obradorato que desnuda a la Venezuela de Hugo Chávez y que para entender la actualidad en México, sería muy bueno que todos lo leyeran, se llama “el delirio y el poder”. Ahí nos podemos dar cuenta de lo que pasó con las empresas productivas de la Venezuela de antaño.
Pobre México si seguimos en esa ruta, porque nos vamos a convertir en un hibrido entre Venezuela y Argentina, para allá vamos si no paramos de tajo en 2024 a este engendro que es Morena. Sacarlo del poder es un asunto de Patriotismo, porque en juego está el futuro de las próximas generaciones.
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