El exgobernador oaxaqueño Alejandro Murat viajó a España en 2018 para negociar un vuelo directo de ese país a Huatulco. Al año siguiente el ministro español de Transporte, José Luis Ábalos, viajó a México con su mano derecha Koldo García y el empresario Víctor de Aldama, estos dos últimos ahora acusados de corrupción en su país.
Información del Semanario Proceso
MADRID (Proceso).– El 12 de diciembre de 2018, el entonces ministro de Transporte del gobierno de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, recibió a una delegación mexicana encabezada por el entonces gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, que buscaba una “alianza estratégica” para abrir un vuelo directo de España a Huatulco, a fin de impulsar el turismo en este destino turístico. Ábalos estaba acompañado por su mano derecha, Koldo García Izaguirre, y el empresario Víctor de Aldama, presidente del club de fútbol Zamora.
Hoy, Koldo y De Aldama están imputados como cabecillas de una trama de corrupción por el cobro de millonarias “mordidas” en la adjudicación de ocho contratos a la empresa Soluciones de Gestión, por un monto de 54 millones de euros, para la compra de cubrebocas durante la pandemia del covid-19, en 2020.
La única razón por la que la Fiscalía Anticorrupción española pone atención en los encuentros con las autoridades de Oaxaca, es porque cree que fue a partir de entonces que Koldo y De Aldama tuvieron su primer contacto en “un contexto laboral”.
La Operación Delorme de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción también puso atención en el viaje del ministro Ábalos a México, en febrero de 2019, cuando viajó a Oaxaca acompañado por Koldo García Izaguirre y Víctor de Aldama, quien se presentaba como cónsul honorario de España en Oaxaca.
El gobierno de Murat anunció en esa visita que había firmado con Ábalos un Memorándum de Entendimiento en materia de transporte entre España y Oaxaca.
La fiscalía no entra en detalles sobre la intención del viaje a México, salvo que Ábalos lo hacía en compañía de los dos imputados antes citados.
Lo que sí dio a conocer su ministerio durante aquel viaje a México es que buscaba promocionar a las empresas españolas para que pudieran participar en los concursos de las nuevas obras de infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya o el Transítsmico, entre otros.
Una fuente consultada por el reportero sobre ese viaje informó que Ábalos se centró en enaltecer el trabajo de las empresas españolas de infraestructura y especializadas en temas ferroviarios.
Hoy Ábalos ha caído en desgracia, mientras que el hoy exgobernador priísta Alejandro Murat es una de las cartas fuertes de Morena, el partido del presidente López Obrador, para ocupar una “candidatura especial” como plurinominal para el Senado, en la elección del 2 de junio.
Oaxaca: patrocinio y pobreza
El tan esperado vuelo de Air Europa entre España y Huatulco nunca se concretó. El único que sacó provecho de los encuentros antes citados fue el empresario Víctor de Aldama porque consiguió que Oaxaca y Huatulco fueran los patrocinadores de su club de futbol, el Zamora, como lo publica hoy El Periódico de España.
Los aficionados rojiblancos pudieron contemplar durante mucho tiempo en el estado Ruta de la Plata del Zamora, en el uniforme de los jugadores y hasta en el saco de su entrenador, un pequeño logotipo de Oaxaca y de Huatulco.
El patrocinio de Oaxaca ocurrió cuando el club estaba en tercera división y pasó a Segunda B. Nunca se informó cuánto le costó al erario patrocinar a un club español de tercera división, a años luz de proyección de las principales potencias como el Real Madrid o el Barça. Tampoco se informó cuántos zamoranos hicieron turismo en Oaxaca.
De lo que sí quedó registro es de que, cuando Murat patrocinaba al club de De Aldama, el Coneval tenía documentado que el 64.3% de la población oaxaqueña vivía en pobreza y 21.7% en pobreza extrema.
Duro golpe a Sánchez
Este nuevo escándalo de presunta corrupción, que centra el debate político y mediático en España, pone el foco en el gobierno de Pedro Sánchez, quien trata de actuar lo más pronto posible para cortar los lazos con Ábalos, quien además de ministro en la primera legislatura fungió como secretario de organización en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), es decir, era el tercero en importancia en el partido.
Por lo pronto el PSOE le abrió un expediente y le suspendió cautelarmente la militancia a Ábalos por su responsabilidad política en este escándalo. Formalmente no está imputado en la trama corrupta, pero si los principales miembros de su entorno.
El partido lo expulsó del grupo parlamentario socialista y le dio 24 horas para dimitir, pero este martes 27, al cumplirse el plazo, Ábalos dijo en rueda de prensa que pasará al Grupo Mixto sin abandonar su escaño. Sus motivos: “No voy a acabar mi carrera como un corrupto, porque soy inocente”.
Fue la semana pasada, en medio del debate sobre la ley de amnistía, que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llevó a cabo la detención de veinte personas y realizó 26 registros domiciliarios como parte del caso Koldo.
La investigación, denominada oficialmente Operación Delorme, está dirigida por el Juzgado Centro de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional y coordinada por la Fiscalía Anticorrupción y la UCO de la Guardia Civil. El juez decretó el secreto de todas las actuaciones judiciales.
Entre los detenidos está Koldo García, quien fue asesor de Ábalos primero en el ministerio de Fomento –luego transformado en el de Transporte–, por las supuestas “mordidas” en adjudcaciones de contratos de los cubrebocas o mascarillas en plena pandemia del coronavirus a la empresa Soluciones de Gestión.
Se investiga si hubo esas comisiones irregulares en las adjudicaciones del material sanitario destinados a los ministerios de Fomento e Interior, así como a los servicios de salud de Baleares y Canarias.
La televisión pública española (RTVE), citando fuentes jurídicas, señala que el juez sospecha que pueda haber delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales.