Alfredo Martínez de Aguilar
* El fracaso de Francisco Martínez Neri en materia de seguridad, basura y el alza del impuesto predial en mil por ciento y los votos de castigo de Morena frena su reelección, a pesar de los vastos recursos públicos municipales de que dispone.
* La división y enfrentamiento entre los priistas por el saqueo y agandalle hereditario de las candidaturas por Carmela Ricárdez y Javier Casique golpea la línea de flotación de Martín Vásquez y fortalece a Jaime Larrazabal y a Juan Rafael Rosas Herrera.
El resurgimiento de las peores prácticas políticas viciosas del pasado impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador confirman la regresión antidemocrática a la década de los 60-70.
Las decisiones y acciones autoritarias por autocráticas se ven alarmantemente agravadas por el abierto involucramiento del crimen organizado y el narcotráfico con la imposición de candidatos.
No es ya solo la compra y cooptación de 30 millones de votos, a través de los 22 programas sociales, sino la imposición del terror por la delincuencia organizada en todo el territorio nacional.
Alejar de las urnas electorales el próximo 2 de junio a 70 millones es el objetivo de las ejecuciones y asesinatos con descuartizamientos, desapariciones, feminicidios, secuestros y levantones.
En una sutil maniobra genialmente perversa por igual que la orgía de sangre en México destaca la pulverización del voto para intentar garantizar que Morena mantenga el poder del gobierno.
El ejemplo claro y concreto son las nueve candidaturas a la Presidencia Municipal de Oaxaca de Juárez con Jaime Larrazabal del PRD, Martín Vásquez del PRI-PAN y Francisco Martínez de Morena.
Juan Rafael Rosas Herrera de MUJER, Ray Chagoya del Verde y Fuerza Por México, Pablo Puga del MC, Jocabet Betanzos del PT, José Urbieta del Panal y el independiente Emilio Ricardo Morales.
No obstante los vastos recursos públicos del municipio de capital oaxaqueña de los que dispone Francisco Martínez Neri no tiene asegurada la reelección como pretende hacerlo creer a todos.
Sus principales, detractores, adversarios y abiertamente enemigos son sus propios correligionarios morenistas, quienes jamás le perdonan que les haya echado a perder su proyecto político estatal.
Las preferencias electorales del presidente municipal capitalino se ven seriamente disminuidas por el rotundo fracaso de su gobierno en materia de seguridad, basura y el alza del impuesto predial.
Los gobernantes, servidores públicos y políticos en general frecuentemente olvidan que duele más de manera permanente un golpe en la bolsa, que en salva sea la parte y menos del mil por ciento.
La división y enfrentamiento entre los priistas por el saqueo y agandalle hereditario de las candidaturas por Carmela Ricárdez y Javier Casique golpea la línea de flotación de Martín Vásquez.
Aun cuando Ray Chagoya representa una cara nueva en la política de la capital oaxaqueña, la pesada carga negativa del Partido Verde empaña la frescura de su naciente participación electoral.
Contra la opinión de algunos actores políticos, esta singular coyuntura fortalece las posibilidades de triunfo de Jaime Larrazabal Bretón como candidato del Partido de la Revolución Democrática.
De ahí que cobre singular importancia el escenario planteado por Jaime Larrazabal en el sentido que se den algunas declinaciones, al tiempo que asegura que las puertas están abiertas para sumarse al PRD.
Por su liderazgo sindical, lo mismo ocurre con la irrupción de Juan Rafael Rosas Herrera como abanderado del Partido Movimiento Unificador de Jóvenes en el Estado y sus Regiones (MUJER).
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