Después de estar internada por más de 15 días en el Servicio de Lactantes del Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso de Servicios de Salud IMSS-Bienestar, Auri Isabella, quien nació de forma prematura con un diagnóstico que ponía en riesgo su vida, fue dada de alta médica, en óptimas condiciones.
Ello, gracias a un equipo médico multidisciplinario que con mucho esfuerzo y profesionalismo brindó atención integral y efectiva, al presentar el síndrome de déficit respiratorio y sepsis neonatal derivada de una infección, informaron los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
La y el médico pediatra María Eugenia Novelo Villalobos y Erick Maldonado, quienes lideraron el procedimiento médico, relataron que la pequeña nació tras 35 semanas de gestación con un peso de 2.210 kilogramos y una talla de 44 centímetros; por su estado de salud grave y con pocas probabilidades para sobrevivir, fue necesaria la intubación nasotraqueal.
Después de un seguimiento médico con suministro de antibióticos y cuidados de personal especializado, se logró salvar la vida de la paciente, y actualmente está lista para llevar una vida normal rodeada de amor al lado de su madre y demás familiares.
Al respecto, la señora Nadia Natali de 35 años de edad, originaria de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, madre de Auri, expresó su agradecimiento al equipo médico de este nosocomio, luego de constatar la atención oportuna, humana y de calidad que recibió su bebé, “gracias al personal de los diferentes turnos hoy puedo llevarme a casa a mi pequeña guerrera”, afirmó.
De acuerdo con el jefe de la División en el centro médico, José Manuel Salcedo Cruz, este es un caso de éxito de los muchos que se atienden cotidianamente en el área de Lactantes, que cuenta con 21 camas permanentemente ocupadas, de las cuales ingresan un promedio de 9 pacientes por semana con diferentes diagnósticos que van desde, dismorfias, hidrocefalia, casos quirúrgicos, siendo la más recurrente asfixia perinatal.
Precisó que el hospital puede atender esta clase de casos de alta complejidad gracias a la capacidad resolutiva de su personal médico y paramédico, y es que el trabajo diario lo hacen posible cuatro médicos pediatras: dos en el turno matutino, uno en la tarde y uno el fin de semana; apoyados por residentes de la especialidad, así como 18 profesionales en enfermería.