El costo de un precio justo

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Por Claudia Galguera (@ClaudiaGOax )

México es hogar de una rica tradición artesanal que refleja la historia, cultura y habilidades ancestrales de sus pueblos. Sin embargo, a menudo el trabajo de las artesanas y artesanos no es valorado de manera justa, lo que genera precariedad económica y amenaza la continuidad de este patrimonio.

Pagar un precio justo no solo apoya económicamente a estos creadores, sino que también contribuye a la preservación cultural y al desarrollo de sus comunidades.

Rescate de tradiciones y cultura

El trabajo artesanal en México está estrechamente vinculado a la identidad cultural del país. Según la Fundación Pro México Indígena, las técnicas artesanales se han transmitido de generación en generación, y cada pieza refleja siglos de historia y cultura.

Al pagar un precio justo, los consumidores ayudan a preservar estas tradiciones, evitando que se pierdan en la globalización y el consumo masivo .

Valor del trabajo artesanal

Los artesanos invierten largas horas en la creación de cada pieza y el precio de sus productos debe reflejar no solo el tiempo, sino también el conocimiento y los materiales utilizados.

Un estudio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) destaca que el trabajo artesanal es una combinación de creatividad, habilidad técnica y conocimiento cultural.

A pesar de esto, muchos artesanos se ven obligados a vender sus productos a precios muy bajos, lo que perpetúa su situación de vulnerabilidad económica.

Sostenibilidad y comercio justo

Pagar un precio justo también fomenta la sostenibilidad. El movimiento de comercio justo, promovido por organizaciones como Fair Trade International, aboga por una relación equitativa entre productores y consumidores, garantizando precios justos y condiciones de trabajo dignas.

Además, el comercio justo promueve el uso de materiales sostenibles y prácticas que respetan el medio ambiente.

En México, existen algunos proyectos que conectan a los artesanos directamente con los consumidores, eliminando cadenas de comercialización que suelen apropiarse de gran parte de las ganancias.

Empoderamiento económico y social

El trabajo artesanal es una de las pocas fuentes de ingresos para muchas mujeres en comunidades rurales de México. El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) indica que las mujeres artesanas no solo generan ingresos para sus familias, sino que también adquieren mayor autonomía y reconocimiento dentro de sus comunidades .

Pagar un precio justo, entonces, no solo asegura la sostenibilidad del trabajo artesanal, sino que también contribuye al empoderamiento de las mujeres y a la mejora de sus condiciones de vida.

En conclusión, pagar un precio justo por las artesanías es esencial para apoyar a las y los artesanos mexicanos. No solo preserva la cultura y las tradiciones, sino que también promueve prácticas económicas justas y sostenibles.

Como consumidores, es nuestra responsabilidad reconocer el valor real de estos productos y contribuir a un comercio más equitativo.

Así que, reflexionemos unos minutos antes de regatear por los productos artesanales que nos ofrecen en las calles o en comercios establecidos, ya que involucra horas y horas de trabajo y conocimientos ancestrales.

Es maravilloso vivir en un país donde gracias a las expresiones artísticas, el color, las texturas y los sabores están siempre presentes en nuestra cotidianidad.

Preservemos nuestra cultura.