Supervisa Salomón Jara daños en la Universidad para el Bienestar Benito Juárez de San Ildefonso Villa Alta

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San Ildefonso Villa Alta, con su clima frío y sus montañas imponentes, amaneció bajo un cielo despejado; pero con un ambiente sombrío. La tormenta tropical Nadine dejó su huella en la comunidad, y la Universidad para el Bienestar Benito Juárez, ventana al futuro para las juventudes de la sierra, fue una de las principales afectadas.

Un deslizamiento de ladera causó graves daños en varias áreas clave de la institución: los sanitarios, la biblioteca, la sala audiovisual y un aula quedaron severamente afectados.

Pasado medio día, el Gobernador Salomón Jara Cruz, sorteando derrumbes, algunos tramos a pie, debido al mal estado de los caminos, llegó al lugar para supervisar los daños. Lo recibió Diego Audelo Cordero, el coordinador de la universidad.

El ambiente era de tensión contenida. Mientras Jara Cruz caminaba por los pasillos, Audelo Cordero le explicaba la situación.

La universidad, que es un símbolo de esperanza para las juventudes de esta región, está ahora seriamente comprometida. Los sanitarios, indispensables para el funcionamiento cotidiano, se dañaron con fisuras a su alrededor.

El Gobernador, atentó a la situación y tras palpar esta problemática, no dudo en solidarizarse y afirmó que la administración estatal tomará medidas inmediatas, principalmente un estudio profundo de mecánica de suelos para entender la estabilidad de la zona, antes de realizar cualquier reconstrucción.

“Las juventudes y su educación merecen la atención del gobierno, esto es una prioridad y así serán atendidas. No están solos, vamos a trabajar para que tengan un lugar adecuado y seguro para la formación educativa y profesional”, dijo.

Al terminar la supervisión, el ambiente en la universidad seguía siendo de preocupación, pero también de esperanza. El titular del Poder Ejecutivo se retiró, no sin antes reiterar su apoyo y que la Primavera Oaxaqueña regresará la calidez a esta población.

San Ildefonso, con su clima fresco y su suelo inestable, seguirá siendo un reto constante para quienes aquí habitan y estudian. Pero la universidad, al igual que su gente, demostrará que incluso frente a las adversidades de la naturaleza, la educación no se detiene.

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