¿Y QUIÉN VA A HACER LA NUEVA CONSTITUCIÓN DE OAXACA?

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#Oaxaca #Opinión LA X EN LA FRENTE

Moisés Molina  (@MoisesMolina)

Ahora que se encuentra abierta la inscripción a la Tercera Generación de la Maestría en Derecho Constitucional y Procesal Constitucional de la Benemérita Universidad de Oaxaca en modalidad virtual, es legítimo preguntar: ¿Es buen momento para ser constitucionalista?

Y no solo por el complicado entorno nacional que ha traído el litigio constitucional derivado de la reforma judicial y las múltiples modificaciones que en los últimos meses se han hecho fast track a nuestra Constitución Federal.

En los estados, el constitucionalismo también se ha visto impactado y en Oaxaca la discusión que sigue creciendo es la que tiene que ver con la promesa -o aviso- de una nueva Constitución local.

Pareciera que las aguas están tranquilas en la superficie y ello se confunde con apatía ciudadana.

Puede ser engañosa la percepción de que a los oaxaqueños no les importa tener la misma o una nueva Constitución, y si habrá una nueva, tampoco importa quien la haga, de donde venga ni qué diga.

Lo cierto es que la discusión crece e impacta en círculos cada vez más definidos de observadores y actores académicos, políticos, sociales y profesionales.

Y han de ser claramente esos sectores los grandes generadores de opinión respecto de la pertinencia y utilidad de tener o no una nueva Constitución.

En este entorno, el Derecho Constitucional como disciplina de estudio ha de brindar las respuestas a las preguntas que todo oaxaqueño debía formularse cuando se hable de Constitución.

¿Qué es la Constitución? ¿Es un concepto político o jurídico? ¿Es la Constitución un documento? ¿Es una norma jurídica? ¿Quién la hace? ¿Quién decide cuándo hay que hacer una nueva? ¿Cuándo podríamos hablar de una “nueva” Constitución? ¿Qué debe cambiar para que sea “nueva”? ¿Se debe preguntar al pueblo si quiere una nueva Constitución? ¿Necesitamos realmente una nueva Constitución? ¿Quién interpreta la Constitución? ¿Los jueces, los legisladores, toda la gente? ¿Qué va a pasar cuando la tengamos, en caso de prosperar el proceso legislativo? ¿Pueden los diputados hacer una nueva Constitución o sólo reformar la ya existente?

Esas y otras preguntas son las que debe buscar responder todo programa académico en materia de Derecho Constitucional. Porque lo que hoy necesitamos es un constitucionalismo crítico, inquiriente, reflexivo y -en la práctica- deliberativo.

Y eso es lo que pretendemos y sin duda lograremos en este posgrado que inicia en marzo en modalidad virtual en la Benemérita Universidad de Oaxaca.

Mentes lúcidas cómo las de Eréndira Salgado, Rafael Estrada Michel, Guillermo Nieto Arreola, Alfredo Narváez Medécigo, Julio Sancliment, Oscar Leonardo Rios, Darío Ángeles, Luis Octavio Vado, Rosy Laura Castellanos, Luis Enrique Cordero, Carlos Morales, Silvano Cantú, Román Lazcano, Bruno Torres, Mario Enrique Herrera, Guadalupe Varela y varios más que conforman el claustro docente y el cuerpo de conferencistas tendrán la misión de provocar la reflexión crítica respecto del Oaxaca y el México que necesitamos, y del papel que las Constituciones juegan en el cambio social en dirección del progreso y el bienestar.

Porque, claro está, las Constituciones por sí solas no bastan. E incluso pierden ser inoperantes y cosméticas.

No solo necesitamos Constituciones legítimas, sino un pueblo consciente de lo que una Constitución es y de lo que representa; para qué sirve y con qué se come.

Desde la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia iniciaremos también una serie de foros para tratar de responder a las preguntas planteadas sobre todo con las nuevas generaciones y con la gente de a pie en todas las regiones del estado donde exista inquietud sobre este complicado proceso.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca