Libres y sin miedo

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ERNESTO REYES

Las jornadas en la lucha, memoria y resistencia por el 8 de marzo, tienen en Oaxaca motivos muy poderosos para que las mujeres protesten con el puño en alto para exigir justicia por las más de 850 personas que han sido desaparecidas desde diciembre del 2022, como producto del escaso interés que el gobierno morenista ha prestado a la protección de los derechos de este amplio sector poblacional.
El fracaso en materia de justicia y seguridad a favor de las víctimas por diversos tipos de violencia contra las mujeres, particularmente las desapariciones y feminicidios, se cristaliza en casos como el de la defensora y activista mixe Sandra Domínguez que, después de cinco meses de búsqueda parcialmente infructuosa, no hay resultados alentadores de que sea localizada con vida.
Familiares y el comité integrado alrededor de esta causa, se siguen quejando de hostigamiento y revictimización, así como de un trato desdeñoso por parte de la coordinación de Atención a los Derechos Humanos y la Comisión de Víctimas del gobierno estatal. Inflamados de coraje y desesperación, han denunciado que Sandra no se perdió ni desapareció por sí sola, sino que el Estado jamás garantizó su seguridad. Por el contrario, la vigilaron, la acosaron y la persiguieron hasta desaparecerla.
Lo anterior se manifiesta en que, pese a los operativos policiales en la zona en la que fueron privados de la libertad, junto a su pareja, el Gobierno no ha dado con ellos. Lo más grave es que “funcionarios corruptos y misóginos han mantenido una narrativa que minimiza y desestima la gravedad de la desaparición de Sandra”. Debido a dicha ligereza, señalan, se perdió mucho tiempo para realizar una búsqueda efectiva.
Durante la marcha realizada recién, la hermana y la madre de Sandra dieron testimonio público del maltrato con que son tratados por una administración que se ufana de ser de izquierda y trabajar con vocación humanista, pero en los hechos es todo lo contrario: “A lo largo de estos cinco meses hemos sido testigas de la indiferencia de sus instituciones y la falta de sensibilidad de personas inexpertas que han aprendido a costa de nosotras.”
El quitarse responsabilidad institucional se ilustra nuevamente con la desaparición, a finales de febrero, en inmediaciones de San Pedro Pochutla y Santa María Huatulco, de hombres y mujeres jóvenes originarios del estado de Tlaxcala. Aparecieron ocho cuerpos abandonados en los límites con el estado de Puebla, pero la Fiscalía oaxaqueña solo reconoce la desaparición de cuatro personas, una de las cuales la reportaron sus familiares con vida. Se va aclarando que, posiblemente, hayan sido víctimas de desaparición forzada por parte de agentes municipales involucrados con grupos delictivos, pero desde el púlpito oficial hacen malabares verbales para esquivar el hecho de que fue en territorio oaxaqueño donde se cometió el delito. Y para afianzar su hipótesis, como el caso de la pareja de Sandra, de que las personas asesinadas tenían antecedentes o tratos con grupos delincuenciales.
Lo anterior confirma que, pese a que por primera vez nos representa una mujer a nivel federal, el gobierno de Oaxaca no rinde buenas cuentas para que este sector se sienta protegido y sin temores a sufrir menoscabo en su integridad física y moral.
Consecuencia de la relegación de las mujeres a labores del hogar y excluidas de las principales decisiones en la sociedad, la agenda feminista ha tenido un resurgimiento con demandas que tienen en la eliminación de la violencia y la discriminación en los primeros lugares. Son obstáculos que operan en contra del cambio cultural que necesitamos para instalar la igualdad sustantiva que ya obra en nuestra Constitución.
Los caminos hacia una sociedad igualitaria, la eliminación del machismo y el derribamiento de estructuras de desigualdad que siguen existiendo a niveles político, laboral, profesional y económico, se topan con barreras locales de incomprensión a pesar de que, a nivel nacional, la Secretaría de la Mujer trabaja para hacer realidad las políticas diseñadas por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En el marco del Día Internacional de la Mujer se están realizando en la capital oaxaqueña y otras ciudades del estado diferentes actividades para conmemorar esta fecha mediante foros, charlas, proyecciones, música, presentaciones, espacios de reflexión, tianguis y marchas. Ahora que desde la Secretaría de Gobernación los secretarios de gobierno de los estados recibieron la instrucción de garantizar las diversas formas de expresión, se espera que todo transcurra en calma y jamás se cancelen los canales de diálogo con este sector. A las mujeres, todas, las queremos libres, sin miedo y con vida.
@ernestoreyes14