LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA*
Leticia Bonifaz Alfonso es una de las científica sociales más competentes en el mundo para habar de feminismos y en general de las causas y la historia de los movimientos feministas, principalmente en América Latina. Y es Mexicana.
Ha sido la segunda mexicana en la historia en integrar el comité CEDAW, que es el organismo de la ONU encargado de vigilar la aplicación del tratado internacional más importante en materia de derechos de las mujeres en todos el mundo.
Hoy debía ser jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero algo pasó y está en pausa esa aspiración para la cual tiene los más amplios merecimientos personales y profesionales.
Estuvo este viernes en nuestro Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca invitada por nuestra Presidenta Berenice Ramírez para hablar en conferencia sobre los derechos de las mujeres en dicho tratado internacional y de su experiencia al integrar dicho órgano de tratado.
Era imperativo ir a escucharla, no sólo por lo que sabe y lo que ha estudiado, sin por lo que ha vivido como relatora de dicho comité en diez países de América Latina.
Si alguien conoce el “derecho de las mujeres” en la teoría y en la práctica es Leticia Bonifaz.
Dijo muchas cosas muy interesantes, reveladoras.
Nos toca vivir un momento histórico en que no hay acuerdo sobre lo que es y no es el feminismo, pero la Dra. Bonifaz dijo algo que parece unificar criterios: que “el feminismo se trata de la búsqueda de la igualdad”.
Pareciera que, como muchas otras cosas en la historia, la discrepancia está en los medios y los métodos para conseguirla.
Nos confió que en julio próximo México recibirá la calificación del órgano de la ONU marcado por el contraste.
Por un lado recibirá altas notas y elogios porque al fin alcanzamos la paridad en los cargos de representación política en el Congreso de la Unión, y porque tenemos por primera vez en la historia una Presidenta de le República.+
Pero por otro lado recibiremos severas críticas porque los feminicidios, la violencia doméstica y el acoso escolar y laboral siguen aumentando.
Y nos dio lo que para la ONU es la clave y la base para la reversión de esta realidad.
Y esa clave es la erradicación de los estereotipos de género a partir de una completa política pública implementada con seriedad y compromiso en todos los rincones del país.
La fórmula debe estar en combatir las causas y nada como los estereotipos de género han sido los causantes de las grandes y pequeñas desgracias protagonizadas por mujeres de todas las edades y estratos sociales.
Si todas y todos entendiéramos que las mujeres tienen el derecho a ser lo que ellas quieran y como ellas quieran, y comenzáramos a respetar eso, cada vez habría menos razones para marchar con tanta furia el 8 de marzo.
Mientras no entendamos que la mejor forma de evitar que el #8M rompan y quemen todo no es con vallas y policías, sino con esfuerzos serios y sinceros para encontrar a las que nos faltan, castigar a los responsables y garantizar que esas historias no se repitan, seguiremos dando pasos hacia atrás.
Estamos perdiendo un tiempo valioso y por el momento sólo queda hacer lo propio desde casa.
*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca