Oaxaca: acusan ‘plagio’ de alcaldía

0
220

El presidente municipal de Santiago Amoltepec, Oaxaca, Francisco Pérez Velasco, acusó que un grupo armado, liderado presuntamente por Apolinar Roque Antonio, quien también se ostenta como munícipe, mantiene en su poder la sede del poder local, para impedir que asuma funciones.

El edil denunció que la pugna por el poder en Santiago Amoltepec, en la Sierra Sur de Oaxaca, además de los conflictos agrarios con municipios vecinos, podrían convertir la zona en un “auténtico polvorín”.

Exigió al gobierno del estado que a través de las instancias correspondientes se brinden las garantías para el funcionamiento del Cabildo de Amoltepec.

A través de una misiva, recordó que fue electo por la asamblea de la comunidad y que el Tribunal Estatal Electoral del Poder Judicial de Oaxaca (TEEPJO) declaró válida la elección del 13 de diciembre pasado, en que por mayoría de votos obtuvo el triunfo, sin embargo, a cuatro días no ha podido despachar formalmente, debido a que “intereses de caciques regionales, políticos oportunistas y funcionarios corruptos” lo han impedido.

La sentencia fue aprobada por unanimidad de votos por el pleno del Tribunal Estatal Electoral, integrado por Ana Mireya Santos López, como presidenta, y los magistrados propietarios Luis Enrique Cordero Aguilar y Camerino Patricio Dolores Sierra.

Denunció que Roque Torres “se hace acompañar de un grupo armado para dar continuidad a la forma de gobernar del ex edil, Pedro Luis Jiménez, que lo trata de imponer desde antes de terminar su administración”.

El pasado 1 de enero, Apolinar Roque asumió el cargo de presidente municipal, determinación invalidada, de acuerdo con la sentencia del TEEPJO, debido a que consideró fundados algunos agravios que promovieron ante ese tribunal.

Apolinar Roque puede recurrir a la Sala Xalapa y, en su caso, Sala Superior, sin embargo, en tanto quien debe asumir la presidencia es Francisco Pérez Velasco.

Abonan conflictos

En días pasado, el ex diputado Flavio Sosa denunció la incursión de pobladores de Amoltepec a San Mateo Yucutindoo, que podrían derivar en enfrentamientos.

Este hecho fue considerado por Francisco Pérez como una maniobra política para desviar la atención de lo que sucede en el ayuntamiento, “con el único afán de abonar el terreno para desestabilizar a la región, no importando que para esto tenga que correr nuevamente la sangre entre hermanos”.