México y los países “MINT”, ¿nuevos gigantes económicos?

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En 2001 el mundo comenzo a hablar de los BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Se los mencionaba como potenciales motores de la economía mundial. El término fue inventado por el economista Jim O’Neill, quien ahora ha acuñado uno nuevo: MINT (que es también la palabra en inglés para “menta”), para agrupar a México, Indonesia, Nigeria y Turquía. O’Neill los considera las nuevas promesas de la economía mundial y aquí explica por qué.

¿Qué es lo que hace tan especiales a los MINT? ¿Por qué elegir a estos cuatro países?

Un amigo que ha seguido la historia de los BRIC comentó con sarcasmo que los del nuevo grupo probablemente sean más “frescos” que los agrupados en ese acrónimo. Lo que de verdad comparten, además de tener grandes poblaciones, es que al menos durante los próximos 20 años tendrán una buena constitución demográfica: todos verán un crecimiento de la población en condiciones de trabajar en relación a aquellos que no trabajan.

Esto es la envidia de muchos países desarrollados, pero también de dos de los países BRIC: China y Rusia.

Si México, Indonesia, Nigeria y Turquía son capaces de poner la casa en orden, algunos podrían alcanzar el crecimiento anual de dos dígitos que China experimentó entre 2003 y 2008.

Otra cosa que tres de ellos comparten es algo que me hizo notar el canciller de México, José Antonio Meade Kuribreña: tienen ventajosas ubicaciones geográficas en un contexto de comercio mundial cambiante.

México mismo, por ejemplo, está al lado de EE.UU., pero también es parte de América Latina. Indonesia está en el corazón del Sudeste Asiático, pero también tiene profundas conexiones con China.

Y como es sabido, Turquía está tanto en Oriente como en Occidente.

Nigeria es el único de los cuatro que no cumple con este criterio, en parte por la falta de desarrollo de África. Pero podría cumplirlo en el futuro si los países de África dejan de pelear y comienzan a comerciar entre sí.

¿El nacimiento de un nuevo club?

Estas podrían ser las bases para que los MINT establezcan su propio club económico-político, tal como hicieron los BRIC (una de las cosas que más me han sorprendido de toda la saga de los BRIC). De hecho, ya comienzo a intuir un club MINT.

En mi conversación con Meade Kuribreña me dí cuenta de algo más: la creación del acrónimo MINT podría estimular la incorporación de Nigeria al G20, grupo al que ya pertenecen los otros países MINT.

Es algo de lo que la carismática ministra de Finanzas de Nigeria, Ngozi Okonjo-Iweala, tenía interés en hablar: “Sabemos que nuestro día llegará”, dijo. “Creemos que se están perdiendo algo al no incluirnos”.

Meade Kuribreña llegó a sugerir que, como grupo, los MINT tienen más cosas en común entre sí que los BRIC. De eso no estoy tan seguro, pero es una idea interesante.

México y el costo la violencia

Entre los problemas que afectan a la economía mexicana y pueden comprometer su desarrollo se cuentan la violencia y el narcotráfico.

En noviembre de 2013 Alberto Nájar, periodista de BBC Mundo en México, escribió acerca de su impacto:

El gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas (Inegi) revela que en los últimos tres años al menos 40.000 empresas pequeñas y medianas cerraron sus puertas debido a la inseguridad.

Muchas no pudieron pagar las extorsiones, lo que aquí se conoce como “derecho de piso”, que frecuentemente aplican bandas vinculadas a carteles de narcotráfico. Otras fueron incapaces de sobrevivir a los frecuentes robos.

Para las empresas la violencia es cara. En algunos casos contratan policías o guardias privados para cuidar todos sus vehículos de reparto y evitar robos; otros asignan guardaespaldas a sus directivos y la mayoría invierte en sistemas de alarma para sus instalaciones.

Según el Inegi, el año pasado el costo de la inseguridad para el sector privado fue de unos US$8.800 millones, equivalentes a 0,75% del Producto Interno Bruto.

En términos económicos, tres de ellos, México, Indonesia y Nigeria, son productores de materias primas; no es el caso de Turquía. Es un contraste con los BRIC, donde dos países, Brasil y Rusia, son productores de materias primas y los otros dos, China e India, no.

En términos de riqueza México y Turquía están más o menos al mismo nivel, con un ingreso anual per cápita de unos US$10.000. Bastante más que los US$3.600 de Indonesia y US$1.400 per cápita de Nigeria, que está a la par de India; pero un tanto por detrás de Rusia (US$14.000) y Brasil (US$11.300). Siguen adelante de China, donde el ingreso per capita es de US$6.000 por año.

La experiencia en el terreno

En las visitas que hice para la BBC a estos países tenía una pregunta que me guiaba: “¿Cómo se siente la vida real, cotidiana, en el terreno, comparada con mis expectativas y el consenso general acerca del estado de los países?”.

Cuando las expectativas son bajas es fácil sorprenderse en forma positiva, como uno podría decir en general de Nigeria, por ejemplo (aunque inversores especializados en África no estarían sorprendidos en los últimos años).

Pero lo contrario también es cierto, y esto podría representar un problema para México, país por el que muestran verdadero entusiasmo los inversores financieros.

Regresé de mis viajes pensando que no sería muy difícil que la gente se viera sorprendida por Nigeria o Turquía, ya que en general reciben mucho peso las cuestiones negativas que son bien conocidas, como el crímen y la corrupción en Nigeria, por ejemplo, o la mano dura del gobierno turco.

Los desafíos

Menos seguro estoy de Indonesia. Los desafíos del país son tan grandes como lo que esperaba. No hubo nada que me sorprendiera, que me hiciera decir “¡oh!”. Indonesia necesita definir mejor su visión comercial, más allá de las materias primas, y debe mejorar su infraestructura.

Sí dije “¡oh!” en Turquía cuando visité al fabricante de electrodomésticos Beko y a Turkish Airlines, la aerolinea que más rápido está creciendo en el mundo. Y en Nigeria lo decía todo el tiempo.

Es muy fácil entusiasmarse con la creatividad del lugar. Lo fue al menos para mí. Y partí lleno de emoción acerca de varias inversiones personales a las que les eché el ojo.

A México llegué preparado para ser defraudado, ya que las expectativas son tan altas. Pero el joven presidente y sus también jóvenes colegas están determinados a cambiar el lugar.

Si uno, como británico, cree que Margaret Thatcher es el arquetipo del titán de las reformas profundas estos muchachos la hacen quedar como un bebé. Están reformando todo: educación, energía, política fiscal y las propias instituciones de gobierno.

¿Y qué sucede con los desafíos y cosas que usualmente asustan a la gente? Bueno, la corrupción es uno que los cuatro parecen compartir, y tuve varias discusiones interesantes sobre el tema en cada país.

Para el jefe del Banco Central de Nigeria, Lamido Sanusi, es inusual que la corrupción impida el desarrollo económico. También cree que el crecimiento de la economía, sumado a avances en educación mejorarán el gobierno y la transparencia.

Es importante escuchar estos puntos de vista, una alternativa a nuestra muchas veces simplista forma de ver las cosas en Occidente. Para muchas personas dignas de crédito en los MINT la corrupción es la consecuencia de un pasado de fragilidad y no la causa de de un frágil futuro. Y no es ciertamente el primer problema a resolver; queda bastante relegada cuando se la compara con los costos, alcance y disponibilidad de la energía y claro está, la infraestructura.

Prioridades

Resolver la política energética es prioridad tanto para los mexicanos como para los nigerianos para poder ejecutar este año nuevas iniciativas que permitan acelerar los ritmos de crecimiento.

Ahora, una estadística sorprendente: unos 170 millones de personas en Nigeria usan la misma cantidad de energía eléctrica que un 1,5 millones en Reino Unido. Casi todos los negocios generan su propia energía y los costos son enormes.

“¿Puedes imaginar, puedes creer, que este país ha estado creciendo al 7% anual sin energía, con cero energía? Es un chiste”, dice el hombre más rico de África, Aliko Dangote.

Tiene razón. Calculo que Nigeria podría crecer al 10-12% anual si resolviera tan solo ese problema; y en seis o siete años habría duplicado el tamaño de su economía.

La demanda de generadores de electricidad es alta en Nigeria.

Para Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, diría que los principales desafíos son el liderazgo y la infraestructura, aunque puede haber muchos más. Pero los desafíos y las oportunidades están juntos.

En Pluit, un barrio pobre de Yakarta, el suelo se hunde 20 cm por año por la sobreexplotación del agua, pero los precios de las propiedades en otras partes de la ciudad se han disparado.

“Sabemos que va a funcionar”

Hablé con el hombre que está construyendo la primera tienda de Ikea del país, quien admite que un tercio de la población de 28 millones de personas de la gran Jakarta (el tercer conurbano más grande del mundo) estaría en condiciones de comprar en su tienda. Como dijo: “Simplemente sabemos que va a funcionar”.

En Turquía, por supuesto, su política y la combinación de la fe musulmana con cierta intención de hacer cosas al modo occidental presenta su propio tipo de desafío. Algunos podrían decir lo mismo de Indonesia, pero de allí regresé creyendo que no era así. Al menos en Yakarta, el estilo occidental de hacer las cosas está generalmente aceptado, en claro contraste con Turquía.

Dicho todo esto, ¿pueden los MINT sumarse a las diez econonomías más grandes del mundo, tras EE.UU., China, los BRIC y tal vez Japón?

Yo creo que sí, aunque puede llevar 30 años.

Espero con ansias volver a cada uno de ellos más seguido, ahora que estoy ayudando a que se los reconozca, como hice con los BRIC hace 12 años.