Desde el año 2010, la Procuraduría General de la República (PGR) busca la captura de 17 integrantes del grupo delictivo “Los Caballeros Templarios”, incluyendo líderes, operadores y hasta sicarios, por los cuales mantiene la entrega de recompensas que van de los 3 a los 30 millones de pesos, a cambio de información que facilite su detención.
En total, el monto de las recompensas ofrecidas por la captura de este grupo delincuentes es de 129 millones de pesos, según se desprende del portal www.recompensas.gob.mx perteneciente a la dependencia que encabeza Jesús Murillo Karam.
La lista de los más buscados de la PGR sólo incluye a tres de los líderes templarios que son considerados objetivos prioritarios para los grupos de autodefensa, pero excluye a su principal ideólogo, Nazario Moreno González, alias “El Chayo” o “El Más Loco”, a quien las autoridades dieron por muerto en diciembre del 2010 tras un enfrentamiento entre policías federales y grupos delictivos.
De acuerdo con el portal de recompensas de la PGR, en la lista figuran los tres cuatro cabecillas principales de esa organización, seis operadores en distintas regiones de Michoacán y ocho sicarios, todos con órdenes de aprehensión giradas en su contra por jueces de procesos penales federales.
La lista la encabezan Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta” o “El Profe” y Enrique Plancarte Solís, alias “El Kike Plancarte” o “La Chiva”, los cuales son considerados por la PGR en el mismo nivel de mando.
Sin embargo, por Servando Gómez el monto de la gratificación ofrecida es de hasta 30 millones de pesos, mientras que por Plancarte Solís es de 10 millones de pesos. Ambos son de los más buscados por el movimiento de autodefensas.
En el caso de “La Tuta”, las autoridades señalan que enfrenta diversas órdenes de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud, privación ilegal de la libertad, homicidio calificado en agravio de 12 policías y robo calificado.
Además, la PGR considera que era el encargado de “Los Caballeros Templarios” de realizar incursiones armadas a municipios colindantes de Guerrero que son parte de la región conocida como Tierra Caliente, en los cuales cometía ejecuciones de personas supuestamente partidaria de grupos rivales.
A su vez, “El Kike Plancarte” enfrenta cargos penales por delincuencia organizada, delitos contra la salud, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, portación de arma de fuego sin licencia y posesión de cartuchos reservados, cuya zona de mayor influencia es la comunidad de Nueva Italia en Michoacán.
Además, se le señala como “uno de los principales traficantes de narcóticos hacia Estados Unidos de América” y como el enlace de su grupo criminal para conservar las rutas y el mercado de drogas que poseen “Los Templarios”, así como de enfrentar a la estructura de sus principales enemigos “Los Zetas”.
Por orden de importancia, ya que también se ofrecen 30 millones de pesos por información que lleve a su captura, sigue en la lista Dionicio Loya Plancarte, alias “El Tío Nicho” o “El Tío”, señalado por la PGR como contacto de “Los Templarios” con las autoridades de seguridad pública y procuración de justicia en el estado de Michoacán.
La captura de “El Tío” es otra de las condiciones que las policías comunitarias ponen para deponer las armas y en mayo del 2013 grabó un video en el que planteaba una tregua o un duelo a muerto al líder de las autodefensas en el municipio de La Ruana, Hipólito Mora.
Operadores y sicarios, bajo el mando de “La Tuta”, reconoce PGR
Posteriormente, la PGR incluye a cinco operadores de segundo nivel de “Los Caballeros Templarios, cuyo común denominadores que han estado bajo las órdenes de Nazario Moreno, alias “El Chayo”, y de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, por lo que se mantienen fieles a dicho grupo.
Se trata de Ignacio Rentería Andrade, alias “El Nacho” o “El Cenizo”, Samer José Servín Juárez, Alfonso Chávez Ruíz, Juan Reza Sánchez, Pablo Magaña Serrato, alias “La Morsa” y Nicandro Barrera Medrano, alias “El Nico”.
Por información que llevara a la detención de Ignacio Rentería y Samer José Servín, la PGR ofrece recompensas de hasta 10 millones de pesos, monto que en el caso de Alfonso Chávez y Juan Reza es de cinco millones de pesos.
“El Cenizo” es buscado por delitos contra la salud y delincuencia organizada y se le considera como “jefe de plaza” de los “templarios” en el municipio de Uruapan, Michoacán.
Servín Suárez enfrenta cargos por delincuencia organizada, delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita, opera en Morelia, Michoacán, y en el estado de Querétaro, era operador financiero de Nazario Moreno y se le señala como el principal lavador de dinero del Cártel de “Los Caballeros Templarios”.
A su vez, Alfonso Chávez Ruiz se le cataloga como otro de los operadores financieros de este grupo delictivo y enfrenta una orden de aprehensión por el delito de delincuencia organizada.
Por su parte, a Juan Reza Sánchez se le consideró en su momento operador de Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango” Méndez, líder que se escindió de “La Familia Michoacana”, tras la supuesta muerte de “El Chayo”. Su zona de operación es Estados Unidos, donde colabora con la introducción de cargamentos de droga.
En lo que se refiere a Pablo Serratos, “La Morsa”, es ubicado como jefe de plaza en el municipio de Zitácuaro y se le acusa de organizar y participar en una emboscada contra un convoy de la Policía Federal perpetrada el 14 de junio de 2010 en dicho lugar, ataque que costó la vida a 10 agentes de esa corporación.
Enfrenta cargos por homicidio calificado, delincuencia organizada y delitos contra la salud. La PGR ofrece una recompensa de tres millones por su captura y la Policía Federal otra de dos millones, es decir, cinco millones en total.
Por Nicandro Barrera la recompensa es de tres millones de pesos, opera en los municipios de Ario de Rosales, Turicato y Morelia y se le acusa de secuestro, cobro de plaza, extorsiones, asesinatos y decapitaciones en contra de grupos rivales, así como de reclutar gente o “mulas” para el envío de drogas de Michoacán hasta la frontera con Estados Unidos.
En un tercer nivel aparecen ocho sicarios de “Los Caballeros Templarios” acusados de participar en el asesinato de 22 policías federales, 12 de ellos secuestrados en julio del 2009 en el municipio de Arteaga y 10 más emboscados en Zitácuaro en junio del 2010.
Se trata de Omar Tafolla Rodríguez, Heriberto Hernández Sánchez, Jesús Tapia Sánchez, Eligio Hernández García, Jaime Bustos Cabrera, César Carrillo Tapia, Genaro Orozco Flores y Jovany Michel Rico. La cabeza de estos sicarios vale tres millones de pesos cada una.
Estas ocha personas enfrentan órdenes de captura por delitos como delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro agravado, robo calificado y homicidio.
La lista de integrantes de “Los Caballeros Templarios” buscados por la PGR era originalmente de 24 personas, de las cuales seis ya fueron capturadas, mientras que en el caso de Nazario Moreno, “El Chayo”, se mantiene como abatido, a pesar de que las autodefensas de Michoacán advierten que está vivo y operando para ese grupo criminal.