Hospitales de Oaxaca: Insuficiencia de equipos, insumos y medicamentos

0
432

Hubo un tiempo, dicen, en que las soldaderas parían entre las nopaleras, con el auxilio de algunas compañeras revolucionarias. Hoy que en México es común observar la problemática que se presenta en algunas entidades, donde las mujeres dan a luz en las calles y tácitamente tras de un nopal, conviene reflexionar sobre la conveniencia de combinar la medicina moderna con el trabajo tradicional de las parteras, cuya labor ha sido considerada “más que una actitud de trabajo, una experiencia ética”.

Ellas pudieran significar un alivio para las zonas rurales y pequeños poblados, ante la situación que se ha estado presentando en diversas entidades de la República, entre las cuales está Oaxaca, cuya tasa bruta de natalidad es de 18.30 por ciento, rango en el cual se prevé permanecerá con un ligero descenso hasta el 2016. El año pasado se registraron 64 mil 756 nacimientos, de acuerdo a las cifras del Consejo Nacional de Población.

La deficiencia, la insuficiencia y la negligencia en muchos casos van de la mano y se conjugan con la falta de educación en las comunidades.

De acuerdo con el trabajo “Problemas del sistema de salud en estados de México con alta incidencia de mortalidad materna”, llevado a cabo por especialistas como Mariel Rouvier, Miguel Ángel González-Block, Paola Sesia y Víctor Becerril-Montekio y dado a conocer en 2013 por el Instituto Nacional de Salud Pública, refirieron la gama de situaciones que se presentan.

Por ejemplo, aseguran que de acuerdo con la evidencia científica, “uno de los problemas principales que enfrenta Oaxaca en salud materna tiene que ver precisamente con la baja capacidad resolutiva de los servicios de Atención de la Emergencia Obstétrica en el segundo nivel de atención. Los hospitales enfrentan insuficiencia y desabasto en equipos, insumos y medicamentos, incluyendo el acceso a hemoderivados, sobre todo en el interior del estado”.

Además expresaron: “Se puntualizó y reafirmó la falta de cobertura del personal médico especializado las 24 horas los 365 días del año”.

Asimismo, hicieron notar en concordancia con el problema destacado por la comunidad de práctica oaxaqueña (conformada ex profeso) sobre falta de equipos y otros medios de comunicación entre unidades de salud y hospitales, así como de coordinación y seguimiento entre niveles de atención, mientras la literatura enfatiza la falta de capacidad resolutiva de las redes obstétricas como uno de los problemas más relevantes.

El monitoreo de las 18 “redes rojas” de salud materna en Oaxaca, realizado por el Comité Promotor por una Maternidad sin Riesgos-Oaxaca en 2009 y 2010, resaltó las deficiencias de esos servicios en el primer y segundo nivel de atención en cuanto a equipo, medicamentos, insumos y recursos humanos, lo que evidenció su incapacidad resolutiva ante las emergencias obstétricas.

Otro aspecto que se observó, exponen, fue la falta de procesos de supervisión interna y externa que garanticen eficacia, especialmente en la articulación con el primer nivel de atención, por lo cual resalta la necesidad de seguimiento del sistema de referencia y contrarreferencia en emergencia obstétrica al elegir este problema.

En un resumen de la problemática detectada en Oaxaca se menciona: falta de resolución en las redes de emergencia obstétrica, carencia de hospitales con capacidad resolutiva en emergencias obstétricas, escasez de equipos y otros medios de comunicación en unidades de salud y hospitales, falta de bancos de sangre y acceso limitado a hemoderivados, particularmente en zonas marginadas y fallas en la coordinación y seguimiento del sistema de referencia y contrarreferencia entre niveles de atención.

Los difíciles entuertos

La Secretaría de Salud en Oaxaca dio a conocer que en el 2010 en México ocurrieron mil 207 muertes maternas, de las cuales 59 se registraron en Oaxaca, es decir 5 por ciento.

A su vez, el INEGI ha precisado que Oaxaca ocupa el segundo lugar a nivel nacional en desnutrición, lo que significa que de los 150 municipios en el país con el mayor grado de marginación y desnutrición, 51 están en aquella entidad, en donde 70 por ciento de la población infantil padece problemas de caries.

Recientemente, las autoridades de salud de la entidad anunciaron la construcción de 150 salas “de labor” en la entidad, cuya dispersión poblacional ahonda la problemática no solamente en materia de salud, sino en otros renglones sociales.

Sin embargo, Oaxaca tiene serios problemas. De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2012 la población en situación de pobreza en el estado de Oaxaca fue de 2 millones, 434 mil 600 personas (61.9 por ciento); mientras que la población en pobreza extrema fue de 916.600 personas, es decir, 23.3 por ciento en ese mismo año.

Señala el oralismo que el comportamiento de los indicadores de carencias sociales entre la población de Oaxaca para dicho año registró: rezago educativo en más de un millón de personas (27.7 por ciento); carencia de acceso a servicios de salud en más de 823.000, (20.9 por ciento); falta de acceso a seguridad social para 2 millones 975 mil personas (75.7 por ciento); carencia en la calidad y espacios en vivienda en más de 965.000 personas (24.6 por ciento); falta de acceso a servicios básicos de la vivienda para 2 millones 182 mil oaxaqueños (55.5 por ciento) y carencia de acceso a la alimentación de un millón 244 mil personas (31.7 por ciento).

En términos de médicos y camas hospitalarias, México tiene problemas porque de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) está muy por debajo del promedio con 20 médicos y 16 camas hospitalarias por cada 10 mil habitantes. El promedio de los países miembros es de 31 y 56, respectivamente.

Asegura Briseida Lavielle de la organización Fundar, que comparado con países de América Latina con ingresos medios altos en 2010, el número de camas hospitalarias en México se encontró por debajo: mientras que la media latinoamericana fue de 2.2 camas hospitalarias por cada mil habitantes. Nuestro país contó con apenas 1.6 camas, muy por debajo de Argentina (4.5 camas) y Cuba (5.9). Además, se puede observar que el país no avanzó de 2006 a 2010, sino que mantuvo el mismo número de camas hospitalarias por cada mil personas; es decir, no hubo un avance progresivo en la disponibilidad de camas hospitalarias en este periodo.

Ella, en su trabajo “Derecho a la salud: disponibilidad de infraestructura sanitaria”, expresa la disponibilidad de consultorios para la población sin seguridad social: “es precaria y muy desigual entre los estados y, al interior de los mismos, entre los municipios”.

Lo explica. A nivel nacional existía apenas una disponibilidad de 0.6 consultorios por cada mil habitantes sin seguridad social. Analizando la información a nivel municipal, la variación va desde cero consultorios hasta diez o más por cada mil habitantes. “Se puede observar que la disponibilidad de consultorios se reduce a medida que aumenta el nivel de marginación de los municipios, pues aquellos con baja marginación disponen de 0.62 consultorios, mientras que los de muy alta marginación se encuentran en peores condiciones, pues apenas disponen de 0.35 consultorios por cada mil habitantes sin seguridad social”, precisa.

Remando contra la corriente

Hay quienes consideran que para subsanar el déficit en la prestación de servicios y la inversión sanitaria, se han explorado esquemas de asociación público-privada como los proyectos de prestación de servicios (PPS), donde un organismo privado se responsabiliza por la construcción y administración de un hospital público, tomando los riesgos que le corresponden. Esto, dice el Reporte Recsa (compañía del sector empresarial), crea incentivos para que los privados inviertan en infraestructura hospitalaria pública y para que la construcción se haga de manera más eficiente en términos de tiempo y costo, motivado por un rendimiento económico pactado contractualmente.

Otros datos hablan de que en materia de salud, el número total de unidades médicas en 2011 fue de 21 mil 973; 86.5 por ciento brindan servicios de salud a población no asegurada entre clínicas del IMSS (Oportunidades, clínicas de la Secretaría de Salud) y servicios de salud de entidades federativas, además de unidades médicas universitarias. 13.5 por ciento restante pertenece a instituciones de salud para derechohabientes como el IMSS (48.1 por ciento), ISSSTE (40.3 por ciento) y Pemex (2.0 por ciento).

En lo que se refiere a unidades de hospitalización, existen en funciones mil 268 unidades médicas; 803 corresponde a servicios para el sector no asegurado y 465 a asegurados.

El sistema nacional de salud pública, aseguran, suma 83 mil camas censables, 70 mil consultorios médicos y 2 mil laboratorios de análisis clínicos para atender a la población asegurada y no asegurada.

Además, de acuerdo a “Los Retos de Infraestructura 2013-2018”, en lo que se refiere al servicio médico privado existen 3 mil unidades médicas con capacidad de servicio de hospitalización; en conjunto suman 34 mil 881 camas, 13 mil 472 consultorios médicos, 4 mil 822 quirófanos y 3 mil áreas de urgencias.