En una total insensibilidad y falta de conocimiento sobre el tema, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, manda elecciones en Santiago Choápam y automáticamente revive el fantasma de la violencia en la zona. Sin embargo, ya no hay de otra, el gobierno y las autoridades electorales deben poner un hasta aquí a las ambiciones caciquiles; los abusos de los partidos y hasta la terquedad de actores políticos de la zona que deben de entender que no se puede burlar indefinidamente la voluntad popular. ¡Ya basta!