El 208 Aniversario del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, se vio alterado por la “fiebre de primavera”.
La música de banda, los disfraces de mariposas, de flores, de abejitas y uno que otro “hombre araña” fueron el color de la mañana.
Lo mismo sucedió con las acciones de los normalistas que bajo el “síndrome de primavera” han generado el caos en la ciudad durante los últimos días.
La amenaza para la conmemoración también fueron los verbeneros y ambulantes que todos los viernes ocupan el paseo Juárez “El Llano”, para la vendimia y que en esta fecha impidieron el acto oficial del gobierno municipal al pie del monumento del patricio.
De esta manera, el acto que en una época fue de grandeza, que sirvió para que muchos políticos se rasgaran las vestiduras, hoy –si los hubo- fueron fríos y contrastantes con el inicio de la primavera.
Hasta el mediodía, en el zócalo capitalino se podía escuchar el son calenda, las canciones de una ronda infantil y los mejores temas de la banda sinaloense; uno a uno los desfiles primaverales de los jardines de niños de la ciudad.
La ofrenda floral en el monumento de Viguera, obelisco del cerro del fortín, en el busto de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, contrasta con otros que en esta fecha fueron olvidados.
En el terruño natal del Benemérito, en Guelatao, un acto casi a escondidas, con la sola presencia de las autoridades gubernamentales y municipales.
La “fiebre de primavera”, como en el 2006, cuando el bicentenario de su natalicio, los actos conmemorativos se vieron ensombrecidos por la protesta social.
