¿Puede un gobierno derrotar a Twitter?

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“Vamos a erradicar Twitter”, dijo este jueves el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, horas antes de que la red social -muy popular en ese país- fuera interrumpida.

Pero la tarea parece imposible.

Pese a los intentos previos de otros gobiernos como los de Irán, Pakistán y Egipto, Twitter solo está bloqueado en Corea del Norte, donde no hay internet y en China.

Turquía ocupa el undécimo lugar en el mundo en número de ‘tuiteros’. La red social se ha convertido en una plataforma para la crítica y ha sacado a la luz acusaciones de corrupción contra Erdogan.

Quienes intentaran acceder a la red del pajarito después de la medianoche en Turquía eran dirigidos a un comunicado del regulador de telecomunicaciones del país, que citaba órdenes de la corte de prohibir esa página.

El motivo que esgrimió la oficina de Erdogan fue que Twitter no había cumplido la orden de los tribunales turcos que le exigían eliminar algunos enlaces en su sitio.

Pero ¿cómo bloquea un gobierno el acceso a páginas como Twitter? En apariencia “muy fácilmente”, según le explica a BBC Mundo Morgan Marquis-Boire, estudioso de las censuras de los gobiernos e investigador del laboratorio Citizen Lab de la Universidad de Toronto, Canadá.

“Hay varios métodos que un gobierno puede utilizar para bloquear el contenido. Pueden ordenarles a los proveedores de servicios que bloqueen sitios web, direcciones de internet individuales o grupos de direcciones. Esto permite restringir el acceso a los ordenadores personales y dispositivos móviles”, explica Marquis-Boire, quien además trabaja como ingeniero en Google.

Anonimato digital

Pero los usuarios rápidamente eludieron la prohibición y hasta tuitearon más que de costumbre bajo la etiqueta #TwitterisblockedinTurkey (Twitter está bloqueado en Turquía).

“El bloqueo se hizo inútil en cuestión de minutos”, le dice a BBC Mundo Hale Akay (clic @hale_akay) desde Estambul.

“Esta mañana entré a Twitter con mi laptop luego de cambiar mi DNS. Y para mi celular, que usa Android, me bajé un programa VPN”, explica.

Akay se refiere a dos herramientas para burlar la prohibición: los servidores DNS dan información de la dirección IP de la computadora y permiten dirigirla a direcciones usadas anteriormente. Y las VPN – redes privadas virtuales, que operan en un canal no público- permiten tener una extensión segura de lared local (LAN) sobre una red pública o no controlada como internet.

“En Turquía hemos sido testigos de ese tipo de prohibiciones muchas veces, para los sitios de kurdos, Youtube, etc. Por lo tanto estamos entrenados en cambiar los DNS y el uso de diferentes tipos de aplicaciones”.

“Esto es un intento patético del gobierno para acallar las acusaciones de corrupción. Erdogan se está inculpando a sí mismo con esto, la gente que tenía dudas ahora está segura de que las acusaciones de corrupción son verdaderas”, dice la tuitera turca.

Los usuarios también se valen de programas como Tor, que enmascaran la ubicación de una computadora dirigiendo el tráfico a servidores de todo el mundo antes de llegar a su destino. Esto permite que un usuario en Turquía pueda hacer como que accede desde Estados Unidos.

La compañía, con sede en San Francisco, publicó un tuit dirigido a los usuarios turcos que les asesoraba sobre cómo seguir enviando sus comentarios a través de los mensajes de texto del móvil.

Esto ocurre gracias a que Twitter tiene relaciones compañías de celulares de muchos países, incluyendo cuatro en Turquía, que le dan a Twitter con los códigos de acceso que permiten a los usuarios enviar tweets por teléfono.

Twitter ofreció la misma sugerencia a los usuarios cuando el gobierno venezolano restringió en parte el acceso al servicio el mes pasado.

Sin embargo el gobierno podría exigirles a las empresas de celulares bloquear los textos. “Probablemente no se les haya ocurrido”, apunta el ingeniero Marquis-Boire.

Hasta el presidente

Y no solo los usuarios burlaron la prohibición: el presidente turco, Abdullah Gül, rechazó el bloqueo de Twitter mediante una serie de mensajes enviados precisamente desde su propia cuenta en esa red social.

“No estoy de acuerdo con el cierre total de las plataformas sociales”, señala uno de los ‘tuits’ del presidente. “Además ya se ha evidenciado varias veces que técnicamente nisiquiera es posible cerrar completamente plataformas como Twitter,que se emplean en todo el mundo”, añade en una clara muestra de que, en efecto, el bloqueo no afectaba a su propia computadora.

“Espero que esta situación no dure”, concluye el presidente, desmarcándose cada vez más de su viejo aliado, el primer ministro, el islamista Erdogan.

Por su parte el viceprimer ministro, Bülent Arinç, pareció no haberse dado cuenta del cierre, al enviar un breve ‘tuit’ en el que anunciaba su agenda del día, y también otros altos cargos del partido gubernamental hicieron caso omiso.

La Comisión Europea lamentó la prohibición de Twitter por parte de las autoridades turcas, y señaló que ese bloqueo “arroja dudas” sobre el “compromiso” de Turquía como candidato a la adhesión a la Unión Europea (UE).