Un presunto operador del grupo delictivo “Los Caballeros Templarios” al servicio del líder de esa organización criminal, Enrique Plancarte Solís, alias “El KiKe Plancarte”, fue detenido por elementos de la Policía Federal en la comunidad de Las Tinajas, perteneciente al municipio de Apatzingán, Michoacán, informó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
Se trata de una persona que se identificó como Samuel Díaz Benítez, mismo que ofreció un pago de un millón de pesos al grupo de agentes que lo capturó a cambio de que se le dejara en libertad, intento de soborno que fue rechazado por los federales.
Derivado de lo anterior, dicha persona fue puesta a disposición del Ministerio Público Federal para enfrentar cargos por delincuencia organizada y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego.
De acuerdo con la dependencia, las fuerzas federales realizaban labores de patrullaje en distintos poblados de Apatzingán cuando a la altura de la comunidad de Las Tinajas, detectaron a una persona que circulaba armada a bordo de una camioneta de lujo modelo 2014.
Tras la detención del vehículo, el conductor fue sometido y dentro de la unidad, los agentes encontraron un arma larga con un cargador abastecido que contenía 30 cartuchos útiles, así como un cargador adicional con 30 municiones más. Además, las autoridades decomisaron un total de 36 mil pesos en efectivo que portaba consigo Díaz Benítez.
Durante el primer interrogatorio, que carece de valor jurídico en caso de que su contenido no se ratifique ante un juez en materia penal, Samuel Díaz Benítez, dijo pertenecer al grupo de la delincuencia organizada conocido como “Los Caballeros Templarios”.
Agregó que entre sus actividades delictivas estaba el trasiego de droga de México a Estados Unidos de América, labor que realizaba bajo las órdenes directas de Enrique Plancarte Solís, alias “Kike Plancarte”, segundo al mando del máximo líder de esa organización criminal, Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
En una acción distinta, los federales detuvieron en Zamora, Michoacán, a un hombre identificado como Marco Antonio Alvarado Servín, el cual vigilaba dos predios que eran utilizados para almacenar combustible presuntamente robado a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Al verificar ambos inmuebles, los agentes encontraron ocho vehículos, incluyendo varios camiones cisterna y decenas de contenedores de plástico que almacenaban de forma conjunta, 210 mil litros de gasolina carentes de toda documentación.
Al interior de los tráileres y camiones cisterna, los federales lograron contabilizar 135 mil litros de gasolina, mientras que el resto del combustible estaba almacenado en contenedores formados a ras de piso. El sospechoso fue puesto a disposición de la PGR para que un fiscal de esa dependencia defina situación jurídica en las próximas horas.
