INE tendrá independencia: Córdova

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El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, advierte: frente a multiplicación de poderes fácticos y grupos de interés con los que el nuevo organismo deberá tener interlocución directa, no cabe más que diálogo, pero también defensa de la autonomía.

A diferencia del Instituto Federal Electoral(IFE) que sólo debía enfrentar a los poderes federales, el INE que nació ayer deberá mantener su autonomía y firmeza frente otros poderes.

Recuerda que se agregarán factores de poder: 31 gobernadores y el jefe de gobierno del DF, congresos locales, grupos de interés político estatales, 25 partidos locales, además de televisoras y grupos empresariales.

Todos encontrarán en el INE, y así lo acreditan los perfiles de quienes integran la institución, asegura, un órgano que sabrá mantener su autoridad y decisiones, pero al mismo tiempo su independencia frente a los actores políticos.

“Una autoridad electoral granjea su prestigio y genera la confianza que le es indispensable para operar, con estricto apego a la ley sin excesos, sin estridencias y sin ser timoratos”, advierte en entrevista con EL UNIVERSAL.

Por eso plantea que dado que las expectativas sobre las elecciones de 2015 han crecido, tras la creación del INE, en pro de cumplir con ellas, el mejor escenario es contar ya con la legislación secundaria de la reforma electoral que permita al INE, de entrada, nombrar consejeros de órganos locales, concretar tareas de capacitación electoral, y actualizar 22 reglamentos.

“Hay quien pretende una autoridad mucho más osada, algunos incluso mucho más estridente. Yo creo que cuando una autoridad se excede en el cumplimiento de la ley está incumpliendo su mandato, igual que cuando una autoridad se queda corta de lo que la ley dice”.

—¿Hay ahora riesgo de discrecionalidad precisamente porque no hay leyes secundarias (de la reforma electoral)?

—Absolutamente sí. En eso no he variado. Hace tres meses advertimos (en el IFE) que la reforma electoral traía riesgos en caso de que la legislación secundaria no aclarara dudas, disipara preocupaciones y enderezara los entuertos u omisiones que tenía la legislación constitucional, y estamos en las mismas.

Lo único que ha cambiado es que tenemos autoridad electoral constituida y eso no es poca cosa. Pero si no tenemos la legislación secundaria a tiempo y bien hecha podemos entrar en escenarios indeseables.

—¿Entonces estará todo sujeto a una interpretación?

—Ese es el gran problema. Cuando no hay reglas claras y ciertas, la autoridad electoral está obligada a interpretar esas ausencias y eso implica atribuciones discrecionales que no le convienen a nadie.