El filipino Manny Pacquiao aseguró estar listo para negociar en cualquier momento la pelea con Floyd Mayweather Jr., combate que los fanáticos tanto anhelan.
La línea (telefónica) está abierta las 24 horas, siete días a la semana”, dijo Pacquiao luego de vengar su derrota ante Timothy Bradley, con un boxeo convincente para imponerse por decisión unánime.
Tras el desquite ante Bradley, el filipino se enfoca en su futuro en el que inevitablemente parece estar el Money Mayweather.
Si él quiere pelear, se dará ese combate”, aseguró Pacquiao, aunque la historia entre ambos púgiles ha demostrado que concretar este combate no ha sido tarea fácil.
A finales de 2009 y principios de 2010, Pacquiao y Mayweather eran considerados los mejores peleadores del mundo libra por libra, y se esperaba que un pleito entre ambos dejara ganancias récord.
Pero un desacuerdo sobre las pruebas de sangre antes de la pelea arruinó las conversaciones, ya complicadas por el reparto de la ganancias del Pago Por Evento entre las cadenas rivales HBO y Showtime.
Las negociaciones también se enfriaron por desacuerdo en el reparto de la bolsa, con Mayweather exigiendo más del 50 por ciento, y las frías relaciones entre los dos empresarios que debían concretar el encuentro: Bob Arum, y su empresa Top Rank, y Oscar de la Hoya, y su compañía Golden Boy Promotions.
“¿Cuántos años hemos estado hablando y no se ha concretado la pelea?”, añadió Pacquiao.
El entrenador Freddie Roach aseguró que, pese a este tira y afloja, la pelea se llevará a cabo de todos modos, y se apoya en el hecho de que el número de oponentes atractivos que podrían enfrentar Pacquiao y Mayweather es muy pequeño en la actualidad.
“Creo que Bob (Arum) quiere que esa pelea sea la última en la carrera de Pacquiao”, dijo Roach.
Pacquiao, al parecer, enfrentará al ganador del pleito entre Juan Manuel Márquez y Mike Alvarado como su siguiente compromiso y luego podría estar Mayweather.
El campeón filipino ha peleado con Márquez cuatro veces. En su último combate, en diciembre de 2012, fue brutalmente noqueado por la estrella mexicana.