Cultivo ilegal de mariguana acaba con agua y energía

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Tradicionalmente algunos, o muchos de los proponentes de la legalización de la mariguana, se refieren a que se trata de una planta y que como tal tiene beneficios para el medio ambiente.

Pero el argumento es más complicado.

Para los habitantes del estado estadunidense de California, la mariguana tiene un impacto negativo no porque se fume, o por sus efectos, sino porque su cultivo clandestino consume enormes recursos de energía y agua en una región que comienza a enfrentar limitaciones.

Según cálculos de las autoridades californianas, cada planta de mariguana absorbe hasta 20 litros diarios de agua.

Lo más irritante para muchos californianos, como el diputado local John Garamendi, es que “los cultivadores operan sin ningún cuidado ambiental… usan el agua ilegalmente; usan la tierra ilegalmente. Cultivan un producto ilegal y probablemente lo protejen con armas ilegales”.

Parte del problema es que California alberga una floreciente industria de mariguana para consumo médico y los responsables resienten ser agrupados con quienes cultivan la yerba en los bosques de montañas de tierras tribales o en parques nacionales.

Muchos de ellos no sólo se roban el agua sino que usan abonos químicos, insecticidas, venenos y trampas para animales, amén de trampas para seres humanos.

De acuerdo con un reporte de la cadena McClatchy, en 2012 las autoridades descubrieron plantíos de mariguana en 67 bosques nacionales de 20 estados, incluso 252 en California.

Washington y Colorado, los únicos estados donde es legal consumir mariguana, fueron segundo y tercero, seguidos de Idaho, Georgia y Kentucky.

La tabla es precisa pero potencialmente engañosa, porque está hecha con base en las plantas capturadas y destruidas en cada estado. California, donde hay fama pública de extensos cultivos de mariguana en remotos parajes, concentra esfuerzos policiales. El resultado, de las 970 mil plantas de mariguana halladas en tierras nacionales, 838,358 estaban en California.

Al mismo tiempo, sin embargo, pone énfasis en las quejas de los californianos.

Recientemente la revista Mother Jones consignó que en California la estación de cultivo para plantíos al aire libre, sobre todo en parques nacionales o tierras federales, va de abril a octubre y durante ese tiempo los plantíos de mariguana, ilegales todos, absorben el equivalente de 60 millones de galones de agua por día.

Eso representa 50 por ciento más que el agua usada en la ciudad de San Francisco, una ciudad de 800 mil habitantes. Un galón es el equivalente de 3.4 litros de agua.

El impacto es mayor si se considera que un módulo de cultivo interior, normalmente hidropónico, para cuatro plantas, consume tanta electricidad como 29 refrigeradores.

A nivel estadunidense, un tercio de la cosecha de mariguana es en invernaderos o similares, lo que quiere decir que siempre según las autoridades la energía consumida equivale a la electricidad para 1.7 millones de casas.

El problema es que el agua usada para regar las plantas de mariguana es reclamada ahora por rancheros, granjeros y funcionarios de California, un estado que se encuentra en medio de una sequía de proporciones históricas.

Sólo espero que los acuíferos no se hagan humo antes de que reglamentemos las cosas y podamos proteger nuestros peces y vida silvestre”, comentó Scott Bauer, biólogo de pesquerías en el Departamento de Pesca y Vida Silvestre del gobierno estatal.

Algunas cifras aclaran la razón de las quejas: Mother Jones, una revista editorialmente progresista, precisó por ejemplo que en 2013 las autoridades californianas capturaron 329 sitios de cultivo exterior y confiscaron 1.2 millones de plantas, 119 mil libras (unos 53 mil kilos) de basura, diecisiete mil libras (unos 7,700 kilos) de fertilizantes, 40 galones de pesticidas, 244 tanques de gas propano, 61 baterías de automóvil, 89 represas ilegales y 81 millas (unos 130 kilómetros) de tubos usados para riego ilegal.

Pero los defensores de la mariguana, sea la legalización o el cultivo para fines médicos, se quejan de que se les culpa de pecados ajenos y que de hecho buena parte del problema sería resuelto con la legalización de la planta.

Ellen Komp, subdirectora de la oficina californiana de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Mariguana (NORML, por sus siglas en inglés), afirmó por ejemplo que los nuevos métodos de extracción de petróleo y gas (fracking, o sea inyección de agua) consumen enormes montos de agua en el estado y que los cultivos de uva usan mucho mas líquido que los de mariguana.

Pero otros consideran que el uso y abuso de agua por los cultivadores ilegales de mariguana tiene un impacto mayor.

De acuerdo con el biólogo Bauer, hay una clara relación entre la sobreexplotación de corrientes de agua y los cultivos de mariguana. Los reportes sobre “pipas” de agua con capacidad para 15 toneladas del líquido han movilizado a las autoridades estatales pero la realidad es que la mariguana es popular en California.

Muchas veces, si alguien es arrestado, es en un área donde hay muchas de esas actividades y no es fácil conseguir que un jurado condene a uno de ellos”, indicó McClatchy.