El legendario caricaturista Eduardo del Río “Rius” presentará mañana 8 de mayo en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) su libro Rius en Pedacitos, que aseguró “cualquiera de los dibujos los hará reír, y eso estoy dispuesto a firmárselos por escrito”.
Rius, con sesenta años de trayectoria a sus espaldas, calificó a su nueva publicación como “un libro que se sale un poquito de lo que he hecho toda mi vida”, formado por dibujos que no encontraron lugar para ser publicados. Dibujos locos, eróticos, filosóficos, zoológicos, juguetones, ignorados por no ser políticos, el autor asevero que en México no hay mucho espacio para otro tipo de vertientes y propuestas que no sea el cartón político.
En conferencia de prensa, que además del autor contó con la participación de Guillermo Quijas, director de Editorial Almadia, y Alonso Aguilar Orihuela, director del IAGO, este último calificó al autor como un hombre vinculado con su entorno social, como un artista para el que el humor ha sido la base para sobrevenir de la realidad política de México, siempre convulsa y contradictoria.
Así mismo Rius manifestó su satisfacción porque su nuevo libro sea editado por una editorial como Almadía, que no juega ni forma parte de los grandes conglomerados editoriales transnacionales, afirmó que Oaxaca, su nuevo lugar de residencia desde hace poco menos de un año, es una tierra que le encanta por sus cielos, su ambiente cultural y por la tranquilidad que le provee a él y a su familia, aunque a veces esta tranquilidad no sea ni tan tranquila, ni tan tersa.
Siempre fiel a su estilo frontal y crítico, externó con respecto a la figura de la sección 22 que él no está en contra de que los maestros oaxaqueños luchen por sus derechos laborales, pero subrayó que a su parecer la vocación de enseñanza de estos maestros se ha perdido o se les ha olvidado, siendo los niños y niñas los más afectados, “el gobierno de este país es el más feliz con que la educación en México sea un desastre, ya que así mantienen al pueblo ignorante y callado“.
Manifestó que en esta etapa de su vida ya no lee periódicos por hastío y salud mental, además de no ver posibilidades reales de que México cambie. Patentizo que todas las declaraciones vertidas por los políticos lo matan de risa y que no se retira porque no puede, ya que tiene que seguir pagando sus cuentas.
El caricaturita afirmó combatir su desencanto con el humor, pues este lo ha hecho sobrevivir “al PRI, a la prosperidad nacional, a la canonización del Papa e incluso al matrimonio”.