La publicación acerca de los recursos públicos que son entregados a las organizaciones sociales y políticas que se acaba de difundir, tiene varias aristas. La más destacada de ellas es la que pone de relieve el impulso que se da a la industria del chantaje, desde la esfera gubernamental. El gran problema es que a pesar de esto, menudean las movilizaciones y si no se les da, también. Vaya dilema.