Con pérdidas de hasta 85 por ciento de sus ventas diarias, los restauranteros sufren las consecuencias de las manifestaciones de los maestros de la S. 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE).
“Los maestros están equivocados. No les importa lo que pueda pasarle al comercio establecido, no piensan que de los comerciantes se obtienen los recursos para que ellos sigan con su lucha social. Si la economía está paralizada, ¿De dónde se va a sacar el dinero para satisfacer sus pliegos petitorios?” así lo manifestó Onésimo Bravo Hernández, presidente de la Cámara Nacional de la Industria y Alimentos Condimentados (CANIRAC).
Y es que para esta semana, los profesores oaxaqueños tienen programados una serie de bloqueos, tomas de comercios y medios de comunicación en las ocho regiones del estado de Oaxaca.
Por ello el dirigente de la CANIRAC precisó que las formas de manifestarse de los maestros afectan terriblemente a los restaurantes de la ciudad. Los cuales llegan a percibir en día de manifestación o bloqueo hasta solo diez o quince por ciento de sus ganancias acostumbradas
“…no sólo los restauranteros, sino los comerciantes en general nos la vivimos en números rojos – en temporada de manifestaciones-. Cada vez hay más empresas y empresarios oaxaqueños en el buró de crédito”, seguró.
Bravo Hernández agregó que las tácticas magisteriales de confrontación espantan el turismo y lesionan a la sociedad. “Un día la sociedad se va a cansar, existe ya un rompimiento enorme entre esta y el magisterio, aunque desconozco cuándo vaya esto a reventar “
Respecto al papel del gobierno estatal en este escenario, el líder de los restauranteros consideró que el gobierno es tan solo un ente que se limita a recibir peticiones. Puntualizó que la CANIRAC ya está buscando ir más allá, hasta la Cámara de Diputados federal, donde se está platicando la posibilidad de regular las manifestaciones.
Agregó, “si la sección 22 estuviera haciendo bien las cosas, invitarían a los medios de comunicación, a los padres de familia, a los empresarios, a sus mesas de negociación. Pero no, siempre que negocian lo hacen detrás de bambalinas”
