Ir al cine cuesta más en México que en EU

0
176

Ver cine en México es la actividad de entretenimiento más barata a nivel local pero cuando se establece la relación salario mínimo-costo de boleto, resulta ser de las más caras con respecto a otros países. En territorio nacional una entrada a sala cuesta 46 pesos promedio (en números cerrados), mientras que la de un partido de futbol, 200, y para una obra teatral, hasta 300 pesos.

La diferencia se da cuando se contempla que el boleto significa gastar 70% de un salario mínimo diario, cifra que lo coloca como uno de los más costosos en el mundo, sólo por abajo de países como India y China, cuyos cinéfilos requieren utilizar 100 y 88% de su salario, respectivamente.

Lo anterior se desprende del cruce de datos de organizaciones como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que reporta salarios mínimos, y la iniciativa europea FACUA-Consumidores en Acción, en costos de boletos.

En contraparte (y sin tomar en cuenta las variables económicas de los países) la localidad mexicana es de las más baratas en el planeta, si sólo se toma en cuenta el precio neto.

Está por abajo de países latinos como Brasil y Argentina, que oscila en los 108 pesos el precio de la entrada; Chile, que anda en los 77 pesos, o Japón, en donde deben pagarse 273 pesos.

EL UNIVERSAL realizó un estudio comparativo numérico tomando a 10 países, además de México. Se consideró a naciones que tienen alta producción en cine (Brasil, Estados Unidos, Francia, España y Argentina); a aquellas que cuentan con títulos llegados a territorio mexicano en los últimos años (Chile, China y Japón) o bien, son lejanos no sólo geográfica sino culturalmente (India, que goza de una alta producción de cine en Bollywood, y Australia).

Por ahora, México es el segundo país en el mundo que más asiste por persona a las salas, con 2.19 veces al año, sólo atrás de EU.

Y ha tenido un incremento en boletos vendidos en los últimos cinco años. Tan sólo en el año 2013 se registraron 257 millones entradas adquiridas, lo que significó 12.5% más con relación a 2012.