Pobreza en México, aún elevada pese a avances de los últimos años: FMI

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La pobreza en México, que afecta a cinco de cada diez habitantes del país, ha bajado en los últimos años, mientras que la clase media se duplicó en la última década y “no obstante esos avances, la pobreza es aún elevada”, aseguró este jueves Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al hablar ante el presidente Enrique Peña Nieto.

“Una de las cuestiones económicas más importantes de nuestro tiempo es cuántos pobres extremos –aquellos que viven con menos de 2.5 dólares al día– han salido de la pobreza en el mundo”, dijo Lagarde, en su intervención durante la ceremonia inaugural del Foro internacional de inclusión financiera, organizado por el gobierno mexicano en el Palacio Nacional.

Muchas naciones de bajo ingreso o de las llamadas emergentes están cerrando la brecha que las separa de las economías avanzadas en el ingreso por habitante, dijo Lagarde. Será un viaje largo, pero ya está en marcha. En la última década, la pobreza en el mundo se redujo a la mitad y por primera vez en la historia hay más gente de clase media que pobre, aseguró. “Esas son las cifras”.

“México epitomiza estos logros. La pobreza está bajando y la clase media se duplicó en sus dimensiones en los últimos diez años. No obstante estos avances, la pobreza aun es elevada en México. Latinoamérica sigue siendo la región más desigual y la mujer, en particular, suele ser la más afectada por la pobreza y el acceso limitado a servicios financieros eficientes”, apuntó Lagarde.

De acuerdo con cifras oficiales, en México 48 por ciento de la población, prácticamente uno de cada dos mexicanos, vive en situación de pobreza.

“La inequidad no es sólo una cuestión moral”, sostuvo Lagarde. Es también una cuestión que actúa a favor de la estabilidad macroeconómica. Los países con mayor desigualdad tienen un crecimiento económico más bajo y menos duradero, dijo. “La desigualdad asfixia las perspectivas para que se desarrolle el potencial de las personas y que contribuyan a la sociedad. El crecimiento tiene que ser incluyente para que sea más sostenible y para eso las finanzas tienen que ser más incluyentes”, planteó.

En el caso de los pobres, el acceso a servicios financieros básicos por canales formales lleva enormes ventajas, apuntó. Permite a esa población incrementar su inversión en educación y salud, asegurarse contra eventuales siniestros y así evitar caer en una pobreza más profunda.

Para las pequeñas empresas, el acceso a servicios financieros puede incrementar la inversión en tecnología, permite que amplíen sus operaciones y madurar a una mayor escala; y cuando llegan a la formalidad se convierten en una buena fuente de ingresos para el Estado a través del pago de impuestos, mencionó.