El sistema de transporte de gas natural del Corredor Interoceánico, puesto en marcha por el presidente Enrique Peña Nieto, unirá el Golfo de México con el Pacífico a lo largo de 300 kilómetros y llevará por primera vez este combustible por ducto a la zona sur del país.
El proyecto, con una inversión total de 200 millones de dólares en su primera etapa, de la terminal Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca, permitirá sustituir, en la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, el uso de 4 millones 380 mil barriles de combustóleo pesado al año por gas natural, generando ahorros por 173 millones de dólares, con lo que prácticamente se cubrirá el monto de la inversión.
De este modo, será posible reducir en gran medida la contaminación, disminuyendo las emisiones a la atmósfera de bióxido de carbono en 450 mil toneladas y de óxidos de azufre en 50 mil toneladas anuales, lo que promoverá el desarrollo de una Acción Nacional de Mitigación Apropiada (NAMA). En este sentido, el proyecto será clave para la compensación por bonos de carbono, los cuales representarán un ahorro sustantivo de recursos en las operaciones de Pemex.
Con inversión total de 1,400 millones de dólares, el Corredor Interoceánico abarcará diversos ductos para transporte de hidrocarburos, con capacidad de hasta 3 millones de barriles diarios, así como infraestructura portuaria y de almacenamiento y distribución, con lo que se reducirá el tiempo de transporte de combustible del Golfo al Pacífico de 16 a 7 días.
Este corredor, además de satisfacer la demanda de gas natural en el mercado nacional, será un polo para atraer inversiones y mayor actividad económica en el sur del país, generando empleos formales de calidad.
Actualmente se cuenta ya con tres estaciones de compresión y el gasoducto de 12 pulgadas suministrará 90 millones de pies cúbicos al día de gas natural seco a las instalaciones de la refinería.
Como parte de este proyecto, Pemex invirtió mil millones de pesos en la modernización de la terminal marítima de Salina Cruz, lo que permitió reanudar las exportaciones de petróleo crudo a Asia, Norte y Sudamérica, convirtiéndolo en un proyecto sumamente rentable para México, ya que evita el recorrido vía marítima por el Canal de Panamá.