El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla de izquierdas de Colombia, ha anunciado su voluntad de negociar el fin del conflicto armado con el Gobierno de Juan Manuel Santos, tal y como hacen las FARC desde hace dos años. Así lo reveló su máximo líder, Nicolás Rodríguez Bautista, conocido como Gabino, en un mensaje en vídeo divulgado el miércoles, donde se muestra dispuesto a encontrar una salida política al levantamiento armado de este grupo que acaba de cumplir 50 años, y también a la posibilidad de dejar las armas.
“El Gobierno ha planteado su disposición a poner fin al conflicto armado y para ello ha convocado a la insurgencia. Asistimos a este diálogo para examinar la voluntad real del Gobierno y del Estado colombiano; si en este examen concluimos que no son necesarias las armas, tendríamos la disposición de considerar si dejamos de usarlas”, dijo Gabino, acompañado de los otros líderes del ELN, que hace poco se reunieron en un lugar desconocido de las montañas de Colombia.
El anuncio también es la respuesta a una proposición que Santos le hizo al ELN hace tres días, invitando a la guerrilla a la tregua indefinida y unilateral que decretaron las FARC el pasado 20 de diciembre. Santos propuso también llegar a un acuerdo, lo más pronto posible, sobre los puntos de la agenda que se negociaría cuando empiece formalmente el diálogo con esta guerrilla.
El ELN tiene una ideología que mezcla cristianismo, marxismo y nacionalismo radical. Se dio a conocer en 1965 con la toma de Simacota, un pueblo al oriente del país en el que mataron a tres policías y dos soldados y en la que participó Gabino, su actual líder. Desde entonces han tenido sus altibajos y actualmente, según cifras oficiales, tienen cerca de 1.500 hombres. El último intento de negociación con el ELN fue en 2006, durante el mandato de Álvaro Uribe, precisamente en La Habana, donde hoy el Gobierno de Santos negocia con las FARC.
En junio de 2014, a pocos días de la segunda vuelta presidencial, Santos y el ELN revelaron que desde enero venían reuniéndose en secreto en lo que llamaron una fase exploratoria, para definir la agenda de negociación, pero desde entonces no se conocen avances, por lo que el proceso como tal no se ha iniciado. Sin embargo, en los últimos días la guerrilla había generado una expectativa sobre un anuncio que los más optimistas creyeron que sería para sumarse a la tregua de las FARC o incluso para declarar que dejaban la práctica del secuestro.
Nada de esto ocurrió, por lo que algunos calificaron la declaración como tibia. Aun así, que el hecho de que hayan hablado de dejar las armas es considerado un avance importante. “Ellos nunca habían discutido internamente la posibilidad de dejar las armas. De hecho, esa fue una de las dificultades de la fase exploratoria, ya que el Gobierno les pedía que en la agenda de negociación debía quedar el tema. Eso causó debate y fue una de las razones por las que sus máximos líderes se reunieron, lo que también da un mensaje de unidad”, explica Luis Celis, uno de los analistas que más conoce a esta guerrilla.
Después del anuncio de Gabino, la guerrilla también divulgó más declaraciones a través de su emisora, en la que otro de sus líderes, conocido como Pablo Beltrán, aclaró la posición del grupo frente a un eventual inicio de conversaciones de paz. “Tenemos un plan A que es con alma, vida y sombrero impulsar la solución política. Pero también tenemos un plan B, que es pensar que no salga, y nos preparamos para ambos”, dijo el jefe guerrillero.
Por ahora, el Ejecutivo no ha reaccionado formalmente al anuncio del ELN, pero el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en una entrevista radiofónica, afirmó que espera “más pasos en las próximas semanas y que se consolide esa intención de lograr la paz”.
