El compromiso cinematográfico de Rigoberto Pérezcano. Parte I

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“Rockstar” fue como llamó el crítico cinematográfico Roger Koza al cineasta Rigoberto Pérezcano, al ver la estruendosa ovación que un público oaxaqueño que abarrotó el teatro Alcalá durante la presentación de su tercera película como director, Carmín Tropical.

Se estaba celebrando el aniversario de Oaxaca Cine, el esfuerzo de proyección de filmes de alta calidad artística que Pérezcano e Isabel Rojas comenzaron hace poco más de tres años y que incluso los terminó enfrentando a la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca (SECULTA), en una polémica por la cuestionable construcción de una Cineteca Oaxaqueña, cuestión de la que el cineasta anuncia que no hablará más.

En cambio, Rigo se refiere al trabajo de Rojas como directora de Oaxaca Cine con el calificativo de “maravilloso”, y sobre las conversaciones ejercicios de retroalimentación que se dieron entre los directores, actores y creadores de cuatro películas mexicanas, Güeros, La Tirisia, Las Oscuras Primavera y la propia Carmín Tropical y la audiencia que asistió a verlas, el cineasta y gestor cultural opina.

“Existe ya una comunidad para poder dialogar entre actores, directores y el público en general, es algo que nos llena de orgullo. Idearlo primero en papel y ya luego ver cómo la gente se emociona ante esto, es gratificante”

“Habiendo tantos festivales de cine en México, me parece que el trabajo que estamos haciendo es mucho más rico, puesto que estamos generando ideas sobre cómo se debe de ver o analizar una película”.

Pérezcano, director también de XV en Zaachila y Norteado recuerda que sus padres lo llevaban a ver mucho cine.

“Cada vez que íbamos a México íbamos a ver películas que no llegaban a Oaxaca, no puedo recordar si eran realmente buenas o malas, lo que si recuerdo es que estaba siempre en una sala de cine”.

A raíz de su contacto con el séptimo arte, Rigo empezó a tomar gusto por la observación como traductor de los secretos de lo cotidiano. De las escenas de la gente en los mercados, en sus descansos, en su viaje de salir de su casa a su trabajo para vivir todos los días.

“Tome muchas fotos que nunca revele, y después en algún momento me entere que se podía estudiar cine. Lo intente en el CUEC y fui aceptado.”

Aunque sigue sin entender porque lo eligieron, dos años después se salió de la escuela de cine de la UNAM y comenzó a trabajar en publicidad, la cual al final nunca le acabo agarrando el gusto. “Entre después a realizar capsulas culturales para el canal once y el 22 y pequeños documentales para la televisión”.

En el 2002 llegó el mediometraje documental XV en Zaachila, la cual surge a raíz de una clase donde el legendario crítico y teórico de la historia del cine mexicano, Jorge Ayala Blanco dicta una frase definitiva que Pérezcano nunca ha podido olvidar.

“Hagan el cine que realmente conocen” Rigo decidió que había que regresar al terruño, “quería hacer algo que tuviera que ver conmigo, con mi familia, con mi cultura y no encontré otra referencia a eso que el cómo se organizan las fiestas en Zaachila.”

Le llevó tres años firmarla y terminarla. “De entrada fui muy criticado cuando dije que quería filmar una fiesta de quince años. Me dijeron eso a nadie le va a interesar. Pero yo sabía que, nadie lo había retratado como yo lo estaba pensando”

Para la escena climática del vals de la quinceañera Rigo utilizó una sola toma en plano largo ayudándose de un dolly. En este gesto atípico para un documental que requiere de constante cámara en mano e improvisación, Pérezcano mostró un rasgo que se mostraría en sus restantes películas.

Esa búsqueda por el momento, por la naturalidad y la verdad de ese instante en que la vida se detiene, pasa y se vuelve a detener solo para reiniciarse a cada paso.

“Si hago cine es para conocer al ser humano, el que significamos” Pérezcano tuvo oportunidad de seguir explotando esto en 2009, con su segunda película, Norteado. La cual surge por una invitación de su productor y guionista, Edgar San Juan, a escribir un último tratamiento del guion.

“Lo escribí a través de lo que yo creía y de lo que, podía ser responsable como director. Se decía que flojera el tener que hacer otra película de migración pero siempre pensé en meterle un poquito de sentido del humor. No esa tragedia que siempre es remarcada en las películas de migrantes, estoy en desacuerdo, el género puede dar mucho más.”

Y Rigo y el género lo dieron, con la historia de Andrés (Harold Torres), un oaxaqueño perdido en Tijuana en sus fracasados intentos de cruzar la frontera que acaba enredado en un triángulo amoroso con dos mujeres y el pretendiente de manita sudada de una de ellas.

“Norteado fue la película mexicana más premiada en el 2009” cuenta Pérezcano sobre su primer obra de ficción gracias a la cual conoció al ídolo de su tardes cinéfilas en su tiempos del CUEC, el cineasta iraní  Abbas Kiarostami.

“¿Dónde está la casa de mi amigo? es para mí una película de cabecera. Él me dijo, yo nunca procuro ver dos veces una película, pero con la tuya lo voy a hacer”.

Recuerda Rigo todavía con emoción sobre un Kiarostami que, fue presidente del jurado en los festivales de Marrakech Abu Dhabi, donde Norteado ganó los premios de mejor película en el primero y de mejor director y mejor actriz en el talento de Sonia Couoh.

“Me dio una gran satisfacción encontrar a Sonia y a Harold” dice el cineasta quien siempre pretende por principio de cuentas buscar actores que no hayan hecho una película o que no hayan tenido papeles protagónicos.

“Los dos son ahorita grandísimos actores jóvenes del cine mexicano. Me da mucho orgullo lo que está pasando con sus carreras y considerarlos mis amigos .Ver como siguen madurando y creciendo actoralmente”

Sobre sus películas y el destino comercial de estas, Pérezcano se pronuncia honesto.

“No pretendo romper records de taquilla, ni generar una controversia y decir que, mi trabajo es el hilo negro del cine mexicano. Sé que los míos son temas que ya han sido tratados, con presupuestos muy bajos y estructuras dramáticas diferentes con final abierto”

Estructuras y finales que lo llevaron a Carmín Tropical y lo enfrentaron al mayor desafío de su carrera, cuestión de la que se hablara en la segunda parte de esta entrevista.