La vertiginosa caída del precio del petróleo continuó con más fuerza este lunes en Nueva York y Londres, donde el Brent terminó por debajo de la cota sicológica de 50 dólares por primera vez desde 2009.
En un contexto de sobreoferta, el barril de “light sweet crude” (WTI) para entrega en febrero perdió 2.29 dólares a 46.07 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex), su nivel de cierre más bajo desde el 11 de marzo de 2009.
En el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres el crudo Brent del mar del Norte para entrega en febrero cerró a 47.43 dólares, con una muy importante caída de 2.68. No terminaba por debajo de los 50 dólares desde el 28 de abril de 2009.
“El mercado sufre fuertes presiones” en este momento, señaló Phil Flynn, de Price Futures Group.
Desde los intercambios electrónicos, las cotizaciones de referencia en EU bajaron con fuerza, en un “ambiente bajista”, destacó Matt Smith, de Schneider Electric, en referencia a la revisión a la baja por parte de los bancos de sus previsiones de precios para el crudo este año.
Muy comentadas en la mañana del lunes en el mercado, las nuevas previsiones del banco de negocios Goldman Sachs dan cuenta de un WTI a 41 dólares en tres meses, a 39 dólares en seis meses antes de un retorno a 65 dólares en un año, frente a 70, 75 y 80 dólares estimados en la previsión anterior.
En el caso del Brent del Mar del Norte el panorama es similar: el banco prevé un barril a 42 dólares en tres meses, 43 en seis meses y 70 dólares el año próximo, frente a 80, 85 y 90 dólares antes.
“Hay pocas razones que impidan al precio del petróleo caer más”, señalaron los analistas de Morgan Stanley.
Además, el dólar está fuerte ante el resto de las divisas mundiales, lo cual aplasta la demanda por parte de inversores munidos de otras divisas.
Varias empresas petroleras han informado de reducciones en sus inversiones en este contexto en el que el crudo cayó más de 50 por ciento desde junio.
Algunas como ConocoPhillips o Continental Resources dieron cuenta de una reducción de inversiones y otras anunciaron la suspensión de nuevas perforaciones.
Decidida según los analistas a apostar a esta debilidad para conservar sus partes de mercado ante la explosión productiva del petróleo de esquisto en EU, la OPEP se muestra inflexible sobre su techo de producción actualmente en 30 millones de barriles por día.
“No hay ninguna razón para que el mercado cambie de rumbo actualmente, dijo Flynn.