Teresa del Conde, crítica de arte, columnista y colaboradora del periódico La Jornada desde su misma fundación, y quien ha dado cuenta de los cambios, tendencias, gazapos y aciertos de los últimos sesenta años de arte mexicano, considero en conferencia que la actual quiebra económica del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) no significa necesariamente un retroceso para un sistema cultural basado en la beca y en el apoyo económico, sino todo lo contrario.
“Durante el saqueo de Roma, donde había gente de altísimo nivel trabajando, los artistas, sobrevivieron y se hicieron famosísimos muchos de ellos, buscando otras venas, otras vías, que no tuvieran nada que ver ni con los príncipes ni con los mecenas. Las épocas críticas suelen ser las más productivas”
Del Conde aseguró que, no todas las manifestaciones artísticas que han alcanzado particular relevancia en la historia de la humanidad, tuvieron el apoyo y el patrocinio de instancias del estado.
Lo cual lleva pensar que frente a la actual crisis estructural del sistema de financiamiento cultural de país, el artista que realmente este comprometido con su arte y no con las becas que pueda sacar de él, encontrarán otras maneras de desarrollarse, dejando de lado el patrocinio gubernamental.
La periodista cultural presentó en Oaxaca su libro Textos dispares, ensayos sobre el arte mexicano del siglo XX, en el marco del Diplomado de Crítica de Arte celebrado en el Centro de las Artes de San Agustín, organizado en conjunto con el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, de la cual Del Conde es investigadora.
En un mundo en el que uno de sus presentadores, artista visual Efraín Constantino observo que “la crítica de arte ha sido asumido por la academia, por la teoría y por los mismos artistas” Del Conde puntualizó que, no es lo mismo la critica que la historia del arte.
“Tenemos que ver que entendemos por arte contemporáneo, los últimos ensayos de mi libro no van más allá de finales de los ochentas. Así que no trata mucho instalacionismo, de performance o de grafica digital. Consideré que, no tenía la perspectiva necesaria para meter en el libro los artículos que escrito sobre eso”
El muralismo mexicano, comandado por Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, es el punto de quiere al cual Del Conde le da la categoría de punto de definición del arte mexicano y con el cual da inició el arte contemporáneo mexicano.
“El momento pico del arte mexicano, trasciende, se hace famoso e influye en otros lugares. Crea modelos en muchos países de Latinoamérica”
“También hay artistas pico en la historia del arte mexicano, que están por encima de corrientes, de grupos. Su proyección va más allá de que pertenezcan a una mera disciplina”
Sobre estos artistas entre los que la escritora incluyó convencida al oaxaqueño Francisco Toledo, comento detalles personales, como el estado de destierro en el que se encuentra la tumba de Julio Ruelas en París, o de como a José Clemente Orozco le gustaba escribir cartas de amor y seducir a las colegialas (“no es que estuviera enamorado ni mucho menos”), o como a Rufino Tamayo le gustaba cantar Capullito de alelí y tocar la guitarra, además de que se negó al ser el cuarto grande.
Después de Rivera, Orozco y Siqueiros, y seguir con su propio ritmo creativo libre de expectativas que, no le pertenecían y compromisos en los que no creía. “No quería participar en lo más mínimo en la vena del arte del mensaje que los otros tres hacían”
La también profesora universitaria aseguró que los ensayos de su libro se pueden leer con sencillez, “con un humorismo involuntario que, no se busca pero sale” y comentó que su relación con Oaxaca es larga, emotiva y franca y destacó el trabajo (después de Toledo) de pintor oaxaqueño Guillermo Olguín.
Del Conde, quien negó trabajar para el CONACULTA, aseguró que el arte debe ser crítico de la sociedad pero que no estaba segura de que esta debe ser su visión principal. “No es el punto central del arte ser sociológico, solo es uno de sus medios”
En la plática conferencia, también estuvieron presentes en el estrado principal el escritor Javier García Galean, y el joven investigador de arte contemporáneo , Jesús Canseco.
