Se llevó a cabo la firma de convenio para el establecimiento en Oaxaca de una casa Refugio para escritores perseguidos, la cual tendrá la participación en su organización de la Feria Internacional del libro de Oaxaca, la fundación Harp, el Centro de las Artes de San Agustín (CASA) y la International Cities of Refugio Network (ICORN).
Otorgar un lugar de trabajo digno y un lugar para quien por sus escritos y sus obras viven amenazados por la violencia de la intolerancia, es el propósito de este esfuerzo “Estoy seguro que el tener estas voces tan cerca, nos puede ayudar a quienes vivimos aquí a comprender la importancia que, tienen voces críticas dentro de una democracia” Comento Guillermó Quijas, director de la Feria Internacional del libro de Oaxaca, sobre el establecimiento de esta segunda ciudad Refugió en México (la primera se encuentra en el Distrito Federal).
Por su parte Eréndira Cruz Villegas Fuentes, coordinadora de la protección para los Derechos Humanos del gobierno del Estado aseguro que, salvaguardar la vida de los mensajeros (escritores y periodistas) en el mundo es fundamental para que los seres humanos preserven su derecho al saber y a conocer la verdad.
La casa Refugio de Oaxaca se encontrará en el CASA, gracias a las facilidades prestadas por Francisco Toledo, y los nombres de los dos escritores que en el transcurso del año llegarán a vivir en ella no pueden ser revelados por cuestiones de seguridad, según lo informaron Phiippe Olle Laprune, Director General de la Casa Refugio Citlateltepetel (en la Ciudad de México y Helge Lunde, coordinador de ICORN, red internacional de Casas Refugio, en América Latina.
Laprune comentó que la casa Citlateltepete ha recibido hasta ahora a once escritores perseguidos, que los mismos han sido birmanos, africanos o serbios. “Son escritores de culturas lejanas, lo cual permite que ellos expresen ideas y puedan ser los embajadores de culturas tan distintas que poco o nada tienen que ver con la sociedad mexicana en general”.
“Hoy en día hay muy pocos escritores que tengan peligro de muerte en su país. Lo que si pasa es la censura, no pueden publicar, no pueden expresarse. No existen como escritores en su propio país”
Clases de castellano será la primera actividad para los escritores refugiados que lleguen a Oaxaca, para qué empiecen a socializar de una manera más rápida y puedan establecer contacto con escritores y periodistas locales, dar conferencias sobre libros, talleres literarios en escuelas y empezar a escribir en español.
En cuanto a las medidas de seguridad para las casas Refugio en México, Laprune consideró que por el origen y la lejanía de los países de donde vienen huyendo los escritores refugiados, no existe un problema de seguridad realmente grave.
“Tenemos más problemas para expulsar a los escritores cuando hay coctel”.
