Jóvenes fotógrafos exhiben su obra en Zona Maco

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Ser padrote no es cosa rara en Tenancingo, Tlaxcala. La evidente opulencia entre algunos de sus habitantes y cientos de denuncias en los últimos años revelan por qué este pequeño pueblo es considerado la capital de la trata de personas con fines de explotación sexual y comercial.

El fotógrafo Guillermo Serrano se propuso retratar esa realidad en Padrotas, una serie que muestra las excéntricas y desmedidas casas que se encuentran por la zona. Para captar las imágenes, Serrano tuvo que hablar con el alcalde y trabajar escoltado por policías municipales.

Dos de esas imágenes -junto al trabajo de otros jóvenes fotógrafos mexicanos- se exhibían este jueves en Zona Maco, en el stand de la plataforma fotográfica Hydra. Pero este viernes, todo el espacio ha cambiado para albergar el trabajo de nuevos artistas. A un ritmo acelerado, igual que la propia fotografía ha evolucionado con la revolución tecnológica.

“Ya no estamos ni en Manuel Álvarez Bravo ni en Graciela Iturbide”, dice Gerardo Montiel Klint, uno de los tres fundadores de la plataforma. Y se refiere a que los 36 fotógrafos que exhiben su trabajo en Hydra, repartidos entre los cinco días de la feria de arte, son jóvenes innovadores; interesados en generar una reflexión a través de la fotografía.

La mayoría comenzó a trabajar aproximadamente desde el año 2000, “durante los años de transición en México”, apunta Montiel Klint. Y el contexto nacional contemporáneo se ve necesariamente reflejado en sus obras. “Tienen un discurso claro, toman posesión y posición”, añade el gestor y fotógrafo, quien considera que estamos frente a una generación de fotógrafos que además son agentes de cambio.

“Si no nos reconocemos en alguna de estas imágenes, estamos a la deriva”, advierte, “porque aunque puedan hablar sobre temas dolorosos, es necesario verlas”.

Entre la obra que se exhibió este jueves estaba la de Maya Goded -premio Claus de fotografía en 2010- quien ha retratado la prostitución con un enfoque humanista y de género. También la de Nelson Morales, un muxe de Juchitán que ha capturado uno de los temas más fotografiados en México, pero desde una visión familiar e intimista.

Ser padrote no es cosa rara en Tenancingo, Tlaxcala. La evidente opulencia entre algunos de sus habitantes y cientos de denuncias en los últimos años revelan por qué este pequeño pueblo es considerado la capital de la trata de personas con fines de explotación sexual y comercial.

El fotógrafo Guillermo Serrano se propuso retratar esa realidad en Padrotas, una serie que muestra las excéntricas y desmedidas casas que se encuentran por la zona. Para captar las imágenes, Serrano tuvo que hablar con el alcalde y trabajar escoltado por policías municipales.

Dos de esas imágenes -junto al trabajo de otros jóvenes fotógrafos mexicanos- se exhibían este jueves en Zona Maco, en el stand de la plataforma fotográfica Hydra. Pero este viernes, todo el espacio ha cambiado para albergar el trabajo de nuevos artistas. A un ritmo acelerado, igual que la propia fotografía ha evolucionado con la revolución tecnológica.

“Ya no estamos ni en Manuel Álvarez Bravo ni en Graciela Iturbide”, dice Gerardo Montiel Klint, uno de los tres fundadores de la plataforma. Y se refiere a que los 36 fotógrafos que exhiben su trabajo en Hydra, repartidos entre los cinco días de la feria de arte, son jóvenes innovadores; interesados en generar una reflexión a través de la fotografía.

La mayoría comenzó a trabajar aproximadamente desde el año 2000, “durante los años de transición en México”, apunta Montiel Klint. Y el contexto nacional contemporáneo se ve necesariamente reflejado en sus obras. “Tienen un discurso claro, toman posesión y posición”, añade el gestor y fotógrafo, quien considera que estamos frente a una generación de fotógrafos que además son agentes de cambio.

“Si no nos reconocemos en alguna de estas imágenes, estamos a la deriva”, advierte, “porque aunque puedan hablar sobre temas dolorosos, es necesario verlas”.

Entre la obra que se exhibió este jueves estaba la de Maya Goded -premio Claus de fotografía en 2010- quien ha retratado la prostitución con un enfoque humanista y de género. También la de Nelson Morales, un muxe de Juchitán que ha capturado uno de los temas más fotografiados en México, pero desde una visión familiar e intimista.

El microcoleccionismo de Hydra

Hydra no es una galería, pero hace exposiciones. No es una editorial, pero hace libros. No son académicos, pero hacen investigación. Ana Casas y Gabriela González Reyes también participaron en la fundación de la plataforma, pues también consideran que a pesar de que México es una potencia en fotografía, no recibe la suficiente atención.

Las obras que se exhiben en Zona Maco no están a la venta, pero sí es posible comprar imágenes a través de la página de la plataforma. Son formatos pequeños que van desde los 600 hasta los 3 mil 500 pesos.

Esto es lo que llaman micro-coleccionismo, en el cual viene implícita la idea de comercio justo. Sólo un 10 por ciento de las ganancias se destina a la plataforma mientras que el resto va para el artista.

Hydra no es una galería, pero hace exposiciones. No es una editorial, pero hace libros. No son académicos, pero hacen investigación. Ana Casas y Gabriela González Reyes también participaron en la fundación de la plataforma, pues también consideran que a pesar de que México es una potencia en fotografía, no recibe la suficiente atención.

Las obras que se exhiben en Zona Maco no están a la venta, pero sí es posible comprar imágenes a través de la página de la plataforma. Son formatos pequeños que van desde los 600 hasta los 3 mil 500 pesos.

Esto es lo que llaman micro-coleccionismo, en el cual viene implícita la idea de comercio justo. Sólo un 10 por ciento de las ganancias se destina a la plataforma mientras que el resto va para el artista.