Adriana Paz, es una de las actrices emergentes mas interesantes del actual cine mexicano. Con su dos mas recientes protagonicos, La Tirisia y Las horas muertas, Paz ha dado cuenta de una capacidad de desdoblamiento muy particular para hacerse de la melancolía mas desbordada en el caso de la primera, o de la sensualidad mas manifiesta en el caso de la segunda, nunca sin abandonar una cierta fragilidad que parece ser su sello de casa, la cual duele al mismo tiempo que convence.
“Desde niña tenía la inquietud de dedicarme a la actuación, inventaba obras de teatro en las fiestas que hacíamos en casa, y las presentaba con mis amigos en la ventana de mi cuarto” recuerda Adriana mientras relata que, sus padres le contaban que desde que aprendió a hablar y caminar, ya cantaba, hacía gestos, inventaba historias y era una ”variedad”
“En el CCH un amigo me dijo de un casting para una obra de teatro, fuimos en bola y nos quedamos”. Lo que vino después fue la licenciatura en Literatura Dramática y Teatro en la UNAM.
En el 2008 llegó Rudo y Cursi, el tercer largometraje en el intervinó, pero el primero en colocarla en el aparador inestimable del reencuentro cinematográfico de los charolastras de fama internacional, Gael García Bernal y Diego Luna, siete años después del trancazo que significó Y tu mamá también.
“Cuando terminé la carrera me fui a España y ahí estuve un par de años, tenía mas o menos un año de haber regresado a México, cuando me dijeron que llevara mis fotos con Manuel Teil, yo sabía que estaba casteando para la ópera prima de Carlos Cuarón, pero que ya iban muy adelantados, casi lo habían cerrado, de todos modos fui”
Persistencia que dio frutos, pues a los poco días Adriana fue convocada para llevar a cabo una prueba de cámara con el astro Diego Luna y su papel de Rudo guardameta adicto a las apuestas.
“Me preparé con todas las conocidas que tenía de la Costa, para poder sacar el acento y recuerdo que hice a mi hermano pequeño decirme las líneas del Rudo tantas veces, que terminó por aprendérselas”
Adriana cuenta quel, Carlos Cuarón se llevó a los actores a la locación en Veracruz desde una semana antes de que iniciara el rodaje. “Desde el día uno que estuve ahí, me fui todos los días con una señora que vendía bolsos, ropa y no se que más, para escucharla hablar, y agarrar lo mejor posible el tonito. Tan bien me funcionó, que varias personas del crew llegaron a preguntarme de que poblado era, y que para no ser actriz lo hacía muy bien”
Realata Adriana mientras rie de buena gana, y platica que aun años después de haberse estrenado la cinta todavía hoy mucha gente la sigue ubicando por su personaje de Toña y la continúan saludando con el ya clásico, “¿Y tu licuadora manguito?”
Después vino Backyard, la película que sobre las muertas de Ciudad Juárez escribiera Sabina Berman y dirigiera Carlos Carrera en el 2009 y que, pese a los planes iniciales de ser filmada en Pachuca terminó siendo realizada en el mismo lugar de los hechos que tan dolorosamente contaba.
“Fué una experienca tan dura como increíble. Fue un shock leer los libros que algunos periodistas han escrito sobre esos casos, ver los videos de testimonios. Fué duro darme cuenta de que tan poco estaba enterada de algo tan terrible, eso me abrió desde entonces la conciencia de lo que mi país sufre, desde entonces no fui la misma. Lo digo muy en serio”
Afirma Adriana, sin asomo de dudas y cuenta que la experiencia la volvió más sensible y participativa de la cosas que suceden a su alrededor, y que directa o indirectamente terminan por afectarnos a todos.
“Me hizo intolerante a la pasadez de lanza de los gobiernos, de los delincuentes, de los politicos”
Paz asegura que, filmar Backyard (en el papel de Hilda, trabajadora de maquila que era secuestrada, atacada y arrojada desde un automóvil en movimiento) fué como despertar de un sueño en el que “todo estaba bien”.
“Te enteras que pasan cosas, pero de lejos, a alguien que no conoces, dices que feo, y ya, sigues tu vida. Pero tener que viajar al lugar de los hechos, y encarnar a una víctima, ¡puf!”
Exclama Adriana recordando un rodaje repleto de advertencias de seguridad, con una carga de energía a la que define como “pesadísima”
“Me asusté, yo decía, estoy haciendo cine, aquí no se corren riesgos, ¡y no¡ estábamos en riesgo. No salíamos del hotel mas que para ir a la locación y de regreso, o a la plaza de enfrente, siempre en grupos y con escolta policial, sobre todo las mujeres”
Las amenazas hacia el crew de la cinta en Ciudad Juárez, llegaron a tal punto que casi llevan a la cancelación de la filmación. Cuestión a la que Paz atribuye fuerte convivencia que se estableció entre sus integrantes y de la cual cuenta que, hoy en día conserva grandes y entrañables amistades.
“A todos nos cimbraba ver un cartel de un niña que acababa de desaparecer, saber que habían matado a alguien en alguna locación en la que habíamos estado el día anterior. Era estar viviéndolo adentro y afuera del set, de lejos y de cerca. Eso por supuesto influyó en mi trabajo, de pronto parecía que todo estaba dicho, Carlos, si acaso hacía ajustes en cuanto al tono, o algún gesto de más, pero a todos nos estaba sucediendo y la comunicación a veces no necesitaba de palabras”
Adriana Paz hoy en día es madre de un pequeño y sobre el cambio que esto ha traido a su vida la actriz lo define como “total”, aunque con el tiempo se vaya tornando menos complicado.
“Los horarios, las prioridades, tu casa, la relación con tus amigos, familia, pareja, trabajo, ha sido tan bello como devastador y a veces caótico. Jamás había estado tan cansada y jamás había tenido tanta fuerza para seguir a pesar de ello”
Adriana asegura que con la maternidad y su carrera, anda ahora siempre corriendo para todos lados. Pero que gracias a eso ahora puede sentirse completa y felíz.
Bienestar que tal vez se haya contagiado a su actuación, lo cual será tema de la segunda parte de esta entrevista.