¿Es peligroso buscar civilizaciones extraterrestres?

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Divide a la comunidad científica la práctica de mandar mensajes al espacio exterior para atraer visitantes a la Tierra.

Los astrónomos en busca de vida extraterrestre se han sentado por décadas frente a sus telescopios a la espera de noticias de E.T. No han llegado, por lo que ahora algunos de ellos desean enviar mensajes al vacío e invitar a los miles de planetas cercanos a conversar e incluso a visitarnos.

Otros científicos, entre ellos Stephen Hawking, piensan que es una locura, advirtiendo que en lugar del dulce y gentil E.T. podríamos tener frente a nosotros a extraterrestres del tipo que conquistan planetas como en la película “Independence Day”. Las consecuencias, dicen, podrían ser catastróficas.

Pero el hacernos notar podría ser la única forma de saber si no estamos solos, y la humanidad podría beneficiarse de la inteligencia extraterrestre, de acuerdo con Douglas A. Vakoch, director de composición de mensajes interestelares del Instituto SETI en Mountain View, California. La organización es una de muchas que se enfocan en los proyectos de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), que hasta ahora se han basado más que nada en escuchar.

Esta disputa -que mezcla astronomía, ciencia ficción, filosofía, leyes, matemáticas y un toque de ridiculez- estalló el jueves y el viernes en San José durante una convención de la Asociación Estadounidense de Avances de la Ciencia.

Y esta semana, varios expertos del espacio, incluyendo al fundador de Space X Elon Musk y al cazador de planetas Geoff Marcy, iniciaron una petición que alerta contra el envío de este tipo de mensajes, argumentando que es imposible predecir si la vida extraterrestre será benévola u hostil.

Vakoch encabeza una conferencia aparte el sábado en el Instituto SETI sobre la propuesta del envío de mensajes y lo que éstos deberían incluir.

La idea es llamada una SETI activa, y de acuerdo con Vakoch involucraría el envío de mensajes por medio de radar y quizá más adelante con láseres.

Los terrícolas hemos enviado inadvertidamente señales de radio y televisión al cosmos durante unos 70 años, aunque ahora menos que antes debido a las transmisiones directas a la Tierra de programas por cable y vía satélite.

De hecho, algún planeta desconocido en las profundidades del cosmos podría estar recibiendo el más reciente episodio de la comedia televisiva “I Love Lucy” de la década de 1950, dijo Seth Shostak, astrónomo jefe del Instituto SETI.

Ya anteriormente ha habido unos cuantos intentos de enviar mensajes, entre ellos el de la NASA que envió la canción de la banda The Beatles “Across the Universe” al cosmos en 2008. La sonda espacial Voyager, de la NASA, salió recientemente del sistema solar con un “Disco de Oro” creado por Carl Sagan con un mensaje, y la sonda de la agencia espacial New Horizon también trae consigo un mensaje con saludos para su viaje más allá del sistema solar.

Pero de lo que los científicos hablan ahora es sobre un proyecto coordinado y de un millón de dólares al año con la aprobación de algún tipo de órgano científico o internacional y un mensaje con el que la gente esté de acuerdo.

Es un “intento de unirse al club galáctico”, declaró Vakoch, quien aseguró a una multitud de reporteros que “no hay peligro de una invasión extraterrestre por culpa de SETI”.

Como autor de ciencia ficción, así como astrofísico, David Brin considera que es una mala idea invitar a que vengan los extraterrestres.

Incluso si hay bajo riesgo de que llegue alguna criatura abominable, las consecuencias podrían ser extremas.

“No podría apostar el destino de mis nietos sobre suposiciones en las que no se puede confiar” sobre alienígenas benevolentes, señaló Brin.

Brin destacó las matanzas y enfermedades que trajeron los exploradores europeos a pueblos menos avanzados tecnológicamente en el continente americano hace más de 500 años.

El experto exhortó a la comunidad científica a que cancele sus planes y emprenda un debate ético y científico en el que se analice “por qué no sería lo mismo que entre Cortés y los aztecas”.

Mientras Brin, Shostak, Vakoch y otros exponían sus discrepancias en conferencia de prensa, Frank Drake, de 84 años, estaba sentado tranquilamente en la parte posterior.

Drake, precursor en la investigación de vida extraterrestre, creó la fórmula llamada Ecuación de Drake que los científicos utilizan para calcular las probabilidades de que existan otras formas de vida en el espacio.

Hace más de 40 años, Drake y Sagan enviaron un mensaje al espacio en busca de extraterrestres, la primera vez que se hizo en la Tierra.

Fue un mensaje corto enviado desde el observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, y estuvo dirigido hacia una constelación conocida como Messier 13. El mensaje tardará 25.000 años en llegar a esa constelación, afirmó Drake.

“La probabilidad de que haya éxito es infinitesimal”, señaló Drake, quien presentó cálculos sobre la increíble cantidad de tiempo que tomaría la ida y vuelta de los mensajes frente a su proyección de que la civilización promedio durará solo 10.000 años.

Entonces, ¿por qué lo hizo? Curiosidad, afirma Drake. Y no importa si nuestra civilización terminó para cuando E.T. responda, si es que lo hace.

“Nosotros recibimos mensajes de los antiguos griegos y romanos… todo el tiempo, pese a que ha pasado mucho desde su desaparición”, dijo Drake. “Lo que hacemos es la arqueología del futuro”.