El vicepresidente del Senado, José Rosas Aispuro, aceptó que los integrantes de la Mesa Directiva reciben un bono mensual extra por 50 mil pesos para gastos de representación, mientras que las secretarias de la Mesa, las senadoras Lucero Saldaña y Lilia Merodio, confirmaron que reciben los 200 mil pesos extras, como informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), pero precisaron que es para pagar colaboradores.
“Efectivamente, sí hay un apoyo para la representación en el caso de la directiva porque se tiene otro tipo de compromisos adicionalmente a los que tienen los otros senadores. Pero hay muchas cosas que no corresponden a la realidad y lo que no queremos es dar una respuesta genérica; queremos dar una respuesta precisa”, aseguró José Rosas Aispuro, en entrevista con Excélsior.
El senador dijo que la Mesa Directiva prepara una respuesta a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), porque su reporte de la cuenta del Senado en el año 2013 tiene imprecisiones en lo que se refiere a los boletos de avión.
“Es totalmente impreciso eso en el caso de los gastos de boletos de avión en función del acuerdo que se tomó por la directiva, el costo ahora es mucho más bajo. Cada legislador puede comprar el boleto de avión de manera directa y ya no está obligado a hacerlo en las agencias en donde efectivamente en las agencias había un costo mucho mayor que el que se puede tener fuera de eso.
“Se les entregó al grupo parlamentario para que a través de eso se hiciese la asignación a cada uno de los senadores. Es totalmente preciso eso, estamos checando precisamente los señalamientos que se hacen respecto a los incrementos que se dieron; no tenemos nosotros ningún conocimiento de ello.
“Lo estamos revisando pero hoy, sin tener todavía los detalles, porque estamos pidiendo precisamente ahorita en qué consiste, porque una cosa es el señalamiento que se hizo de los rubros de manera genérica, ahora queremos ver punto por punto y a más tardar el próximo martes, si es posible el día de hoy, daremos una explicación. Son señalamientos imprecisos que no corresponden a la realidad, con todo respeto vamos a contestar oportunamente a eso”, anunció.
A su vez, Luis Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva del Senado, declinó hacer declaraciones a Excélsior para conocer la posición del Senado frente al reforma de la Auditoría; dijo que la Mesa entregará un documento para dar respuesta.
Lucero Saldaña, secretaria de la Mesa, recordó que ella recién llegó a esa posición en este año e ignora si hubo o no un incremento en el techo presupuestal, pero aceptó que sí tiene derecho a 200 mil pesos mensuales para el pago de sus colaboradores, pero también pidió esperar hasta la respuesta oficial del Senado.
Lilia Merodio, también secretaria de la Mesa, comentó que sí tienen todos los integrantes de la Mesa Directiva un bono de 50 mil pesos mensuales para gastos de representación y dejó en claro que los 200 mil pesos mensuales que se les entregan son para el pago de asesores y diversos colaboradores.
El 27 de noviembre del 2012, Excélsior reveló que la Dirección de Recursos Humanos del Senado informó por primera vez que los integrantes de la Mesa Directiva “cuentan con techos presupuestales ordinarios para la contratación de servicios de asistencia técnica en materia legislativa y parlamentaria”; al presidente de la Mesa le correspondían en ese año 310 mil pesos mensuales, a cada uno de los tres vicepresidentes otros 210 mil pesos y cada una de las cinco secretarias de la mesa recibían un total de 150 mil pesos mensuales.
Luego, en mayo del 2013, este diario reveló la nómina de los colaboradores de Ernesto Cordero, entonces presidente de la Mesa Directiva del Senado y coordinador de los senadores del PAN, que mostró una erogación de 620 mil 179.57 pesos mensuales para el pago de sus colaboradores, proveniente del techo presupuestal ordinario para la contratación de servicios de asistencia técnica en materia legislativa y parlamentaria.
Y el 17 de marzo de 2014, en esta páginas se conoció que la Mesa Directiva contrató como asesora a la empresa GAINI SC, desde el 1 de septiembre del 2013 hasta el 31 de agosto del 2014, por una mensualidad de 379 mil 996.6 pesos.
El miércoles, la Auditoría Superior de la Federación informó que el 1 de octubre, la Mesa Directiva “consideró conveniente apoyar el trabajo legislativo de las senadoras y senadores que desarrollan actividades como secretarias de la Mesa Directiva, por lo que se autorizó incrementar un importe de 100 mil pesos al apoyo económico que mensualmente recibían, para quedar en 200 mil pesos mensuales, y con ello dar el mismo tratamiento que a los presidentes de comisiones”.
Con base en esta información de la Auditoría, se puede entender que una secretaria de la Mesa Directiva del Senado, como lo es María Elena Barrera, tiene derecho a un monto de 200 mil pesos de techo presupuestal por esa posición, así como otros 200 mil pesos por ser presidenta de la Comisión de Vivienda; es decir, un total de 400 mil pesos mensuales de techo presupuestal, a los cuales se suman 50 mil pesos de gastos de representación por ser integrante de la Mesa, más su dieta mensual de 126 mil pesos netos.
Hasta el momento de este envío, el Senado no hizo pública su respuesta oficial.
Opacidad
En su edición de ayer, este diario publicó que el Senado gastó mil 200 millones en 2013 sin comprobación:
Los senadores tenían un presupuesto original de mil 89 millones de pesos para Asignaciones a los Grupos Parlamentarios.
Sin justificación, decidió aumentarla a 120 millones 109 mil 600 pesos, por lo que en total ejerció mil 209 millones 580 mil 700 pesos.
Al pedir comprobación de la forma en que se gastó este dinero, el Senado “sólo proporcionó un resumen y el auxiliar contable de los importes y conceptos”.
“La documentación no fue proporcionada, por tanto, no se pudo comprobar si estos se ejercieron para llevar a cabo los trabajos legislativos”, precisa la Auditoría.
Prometen reembolsar los excesos
Después de que la Auditoría Superior de la Federación revelara los excesos en que incurrió el Senado durante 2013, la Mesa Directiva acordó que los recursos que ahorre durante este año, como efecto del plan de austeridad que dará a conocer en breve, los va a reembolsar al erario federal, informó a Excélsior el vicepresidente José Rosas Aispuro.
En entrevista, el vicepresidente, quien ha estado en esa posición desde el 1 de septiembre del 2012, por lo cual ha acompañado a los tres presidentes que ha tenido la LXII Legislatura, explicó que la decisión de desaparecer los cupones de viaje y entregar el dinero en efectivo a los senadores implica un ahorro importante, porque ya no compran los boletos vía una agencia de viajes, sino de manera directa a las aerolíneas.
Desde hace ya varias semanas, la Mesa Directiva del Senado está en el análisis de las medidas de austeridad que asumirán este año, para recortar gastos y no resultar tan oneroso, incluso ya no imprime la Gaceta para ahorrar el gasto en papel y ha restringido la distribución de la fruta que se daba a todas las áreas.
El Senado tiene, sin embargo, un programa permanente de austeridad. Cada año fijaba ahorros de entre cinco y siete millones de pesos, pero aun así, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, en el 2013 incurrió en una serie de gastos no justificados ni comprobados.
Por lo regular, el producto del ahorro que lograba el Senado se canalizó al trabajo internacional; es decir, fomentar una mayor presencia de los senadores en foros internacionales, como parte de la función básica de esta Cámara de ser corresponsable de la política exterior, en 2013 se diseñó un programa para apoyar un plan de becas para estudiantes de enseñanza superior.
Esta vez, de acuerdo con José Rosas Aispuro, los ahorros que logren este año se van a reintegrar a la Tesorería de la Federación; es decir, no se los va a quedar el Senado
Interrogado en torno al plan de austeridad de este año, José Rosas Aispuro comentó que una de las medidas es que se cancelarán los viajes en primera clase en territorio nacional, y sólo se justificará el uso de la primera clase en viajes prolongados al extranjero.
Y es que hasta el final de la LXI Legislatura, el Senado conservó la dinámica de que sin importar el tipo de viaje que hicieran, los senadores debían viajar en clase turista, salvo que ellos pusieran la diferencia y podían hacerlo en primera clase; pero la actual Legislatura decidió que los legisladores deben viajar en primera clase y eso aumentó de manera considerable el gasto que se realiza en boletos de avión.
