Setenta de 500 circos que hay en el país han cerrado porque la asistencia se ha desplomado hasta en 80 por ciento. Mientras, los empresarios mantienen a los animales en predios y bodegas y enfrentan dificultades para mantenerlos, señaló Armando Cedeño Álvarez, presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo.
Refirió que tras la aprobación de la Ley de circos sin animales, impulsada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), hay incertidumbre sobre el destino de más de 4 mil animales.
Recriminó que a la fecha no se haya creado un santuario u otro espacio adecuado para la protección de los animales. Ni siquiera en los zoológicos hay lugares ni recursos para alimentarlos, acotó.
Han muerto cerca de 40 animales porque los empresarios ya no tienen dinero para mantenerlos, otros han sido dormidos y algunos se están rematando a particulares. Esa es otra de las incongruencias de esta ley: un particular puede tener animales en su casa o jardín si hay condiciones para ello, pero nosotros como empresarios no podemos, refirió.
Cedeño comentó que los particulares están aprovechando esa ley, pues por un tigre blanco, que cuesta 25 mil dólares (386 mil 250 pesos al tipo de cambio actual) pagan cuando mucho 50 mil pesos. Ante el dilema de que se los quite el gobierno o los vendan, prefieren darlos en ese precio. Algo es algo.
En entrevista, destacó que la mayoría de los animales propiedad de los circos se encuentran en predios de Tepojaco, en el municipio hidalguense de Tizayuca; Agua Azul, Guanajuato, así como en Guadalajara, Jalisco; León, Guanajuato; Morelia, Michoacán, y el estado de México.
Dos mil empleos perdidos
Supuestamente con esta ley los animales iban a estar mejor, pero es muy triste ver que en realidad van a una muerte segura. El gobierno no nos da alguna solución: no nos dice qué va a pasar con ellos ni cómo nos ayudará. Eso sí, no puede llegar con la mano en la cintura a robarse a los animales de los circos, advirtió.
Armando Cedeño detalló que tras el cierre de 70 circos se han perdido alrededor de 2 mil empleos directos. Entre ellos hay domadores, trapecistas y ayudantes.
Sobre las pérdidas económicas, explicó que un circo con entradas de 20 o 30 por ciento no sobrevive, pues no puede pagar alquiler de terrenos, permisos, difusión, salarios ni el alimento de los animales.
Adelantó que el 9 de julio interpondrán varios amparos federales para tratar de revertir esta situación. Lucharemos primero por que no nos quiten nuestros animales y nos permitan seguir trabajando con ellos.
Refirió que en un predio de Tepojaco, en los límites entre los estados de México e Hidalgo, se encuentran las bodegas de siete circos que han cerrado.
Allí hay 40 animales (camellos, cebras, caballos y tigres, entre otros), los cuales fueron retirados del Circo Chino de Pekín.
Mantener esta manada cuesta (a los empresarios) 50 mil pesos por semana, en alimentos y cuidadores. Va a llegar el momento en que el dueño va a decir: no puedo más, remató.