“Lo único que he hecho es aportar y poner algunas cosas, algunos estarán de acuerdo, algunos no, pero eso es lo que menos nos interesa”.
Así lo expresa en entrevista con tres medios de comunicación, el pintor y escultor Luis Fernando Aguirre Andriacci sobre las recientes polémicas que han envuelto la colocación de sus esculturas en el espacio público de la ciudad de Oaxaca.
“Cuando entra Javier Villacaña al gobierno municipal, convoca a todos los pintores a que hagan algo sobre el andador turístico”.
Andriacci cuenta que, el edil le habló por teléfono y lo invitó a desayunar, “me dice, maestro, viene Semana Santa, júntese a los pintores y armen algo”.
El artista afirma que, bajo la premisa de que esa petición “la veía muy difícil”, se comprometió con el munícipe únicamente a colocar sus propias piezas en algunos lugares.
“Tenía dos obras ya en el municipio, una de ellas, un elefante, que sin conocer al presidente municipal pedí permiso para colocarlas”.
Admirador de lo hecho por el fallecido Alejandro Santiago, con sus esculturas de migrantes colocadas en la explanada de Santo Domingo hace unos años, Andriacci se dio a la tarea de sacar con algunos coleccionistas algunos de “sus bronces”.
Respecto a la convocatoria pública del municipio que menciona, la cual no ha podido ser todavía ubicada físicamente, el artista asegura que esta debe encontrarse en “algún oficio”.
El artista asegura que el municipio de Oaxaca no lo apoya con los gastos que entraña la colocación de sus esculturas, pues tardó hasta dos meses únicamente en colocar el camello que se encuentra debajo del paso a desnivel de cinco señores.
“Lo único que ha hecho el municipio es otorgar algunos permisos, “menciona Andriacci y manifiesta que todo el esfuerzo ha sido financiado de su bolsillo, sufragando el artista incluso el costo de las grúas de transportación y colocación.
Sobre quien hace la curaduría para la colocación de las esculturas, el artista no duda en responder que todo lo trata de hacer él, ayudándose de algunos amigos.
“Ramón Núñez museógrafo de toda la vida, quien me dice esta pieza si va y esta no va, y le dices pero oye solo quedarían cinco piezas y mejor deja las otras porque si no se ve vacio”.
“Cuando vas solo, vas solo en todo” define el artista para quien la ayuda de sus amigos parece solo servir para confirmar sus propios preceptos.
Respecto a rumores de posibles deudas con la Secretaría de Hacienda que se hubieran sufragado con sus piezas, o que las esculturas son propiedad de algunos políticos, el artista ríe de buena gana.
“Todas las piezas son mías.” y define que el sacar sus piezas a la calle lleva la intención de “cambiar una imagen de lo que ha sido Oaxaca desde el 2006″.
“Trato de aportar algo y te quieren linchar, pero eso es lo de menos. Quiero poner un poco de lo que yo hago, independientemente si sea bueno o sea malo. Nadie hace nada.”
“Nadie hacemos nada por esta ciudad, todos hacemos marchas, todos bloqueamos, pero nadie aporta como artista”.
Afirma Andriacci sobre sus esculturas zoomórficas y expresa, que el colocarlas a ellas y sus oleos en lugares medulares como el Aeropuerto lleva la intención de que los turistas tengan un recibimiento amable.
“En Santo Domingo dude en sacar un león, pero lo hice pensando en mi hijo de dos años, y bueno, los niños quedaron fascinados”.
El escultor asegura que afortunadamente ya ha empezado a colocar sus piezas en otros estados, y que el toro que se encuentra en la fuente de las Siete Regiones se va ya vendido y pagado a formar parte de la decoración de una avenida de Monterrey, Nuevo León.
“Ha servido dar y recibir, dar es que todo el mundo lo pueda disfrutar y recibir que puedas vender en cualquier otro estado”.
Considera el artista para quien el espacio público de la ciudad parece haberse tornado en una exitosa galería, y del que la interacción del público con su obra, incluyendo memes en internet que califican a su libélula de Periférico (la única que Andriacci ha donado al municipio) como un monumento al dengue, lo mantienen tranquilo.
“En Oaxaca lo más fácil es criticar y decir no, pero no conozco a ningún pintor reconocido que haya donado una pieza a su ciudad, a su pueblo”.
“En Cinco Señores hacen una marcha por los desaparecidos y las pintarrajean. No pasa nada solo hay que limpiarlas y retocarlas”.
“En el andador turístico los niños se subían al elefante e interactuaban, a un cocodrilo le quitaron un ojo. No pasa nada”.
“Un niño de los que venden chicles se recargó en una de las esculturas, esta se cayó y se partió en dos. No pasa nada, la restauro y sin problemas”.
Andriacci dice que, lo que ha hecho lo ha realizado con el corazón y con la consciencia de cambiar la imagen de la ciudad.
Finalmente, Andriacci se refiere a la polémica que se suscitó con el Instituto de Artes Graficas de Oaxaca (IAGO) cuando sus empleados colocaron la carta del restaurante del lugar en una de sus esculturas a manera de protesta por su presencia a la que consideraban invasiva, y en la cual salió a relucir un oficio que la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Teresa Franco, dirigió al maestro Francisco Toledo asegurándole que haría un llamamiento al municipio para que no se colocaran mas esculturas y mobiliario en el espacio público.
Situación que la dirección de Patrimonio Histórico del municipio confirmó, asegurando que se conformara con el INAH y la Secretaría de Turismo un Comité Ciudadano, que decida los criterios bajo los cuales el arte1pueda ser instalado en el espacio público.
“Son libres de expresar lo que se piense.” Considera Andriacci y saca a relucir su principal misión en este periplo.
“Me interesa educar a nuestra gente a través del arte, acercar a colonias más alejadas. Mas que al Centro me gusta más irme a Montoya, a San Luis Beltrán”.
El artista afirma que el arte se ha vuelto elitista, que fuera de cualquier posible polémica con Francisco Toledo, él es su ídolo como Spiderman lo es para su hijo de dos años , y de sus esculturas existentes en Cinco Señores, San Felipe del agua , y la fuente de las Siete Regiones, piensa donar mas piezas a la ciudad.
Que en la central de abastos quiere poner una escultura monumental para que la gente que no tiene oportunidad de sensibilizarse con el arte, lo haga, y las críticas al final son lo de menos, “tenemos que pensar y ser más abiertos, aportar y hacer algo”.
Que no existe un plazo para que las esculturas se quiten y que si una nueva administración decide hacerlo él no tiene ningún problema.
Y sobre el cómo piensa “educar” a su pueblo, Andriacci responde que aspira a hacerlo a través de las formas, los colores y las líneas de su obra.
“Trataran de descifrar que estaba pensando y en qué momento lo hice, y dirán, esto simboliza la fuerza, en el caso del toro y significa el empuje o un hartazgo social. El arte es un diàlogo con el espectador”.
Sobre porque existe tanta referencia a Benito Juárez en su obra, el pintor responde.
“Vivimos en Oaxaca y lo que menos existe es eso del respeto al derecho ajeno es la paz. Hay una pérdida de valores. Desde el 2006 hasta ahorita no hemos alcanzado a salir del fondo, ¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos?”
“Sin maestros, después del 2006 la educación fue ponles una televisión y vean el desalojo. Vivimos en la anarquía”
