Mar de Fondo: Quien manda y porqué

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Oswaldo García Criollo

No mandan las sociedades, mandan los mercados.

No mandan los Estados-nación, mandan las organizaciones mundiales.

No mandan los gobiernos, mandan las empresas y corporaciones

No mandan los políticos, mandan los más adinerados.

No mandan la ley y la justicia, mandan el lucro y la manipulación.

No mandan los votantes, mandan las cúpulas partidistas.

A estas conclusiones se ha llegado en los primeros años de este siglo XXI. Son MACRO TENDENCIAS ya anunciadas con anticipación. Son producto entre otros de la globalización, la tecnología, internet, la desigualdad, la brecha que se agranda entro los poderosos y los desvalidos, entre los ricos y los pobres, entre los que saben y los que ignoran, entre los indiferentes y los manipuladores, entre los que gobiernan y los que son gobernados. Vayamos por partes

1. Las sociedades no son las mismas que en el siglo XX. Solo existen los mercados, sean electorales, religiosos, de consumidores, de compradores. La mercadotecnia se ha vuelto el arma de gobiernos, partidos, empresas, iglesias, comunicadores, etcétera, para medir a la sociedad y sacar ventaja de algo.

2. Los estados nación se han vuelto una quimera. Están pasados de moda como instituciones y su función es en algún grado simbólica. Han sido rebasados por estados continentales del tipo de la Unión Europea o por organizaciones globales del tipo de la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacio-nal y el Banco Mundial dirigidos por personal de los países desarrollados y ricos.

3. Los gobiernos son expresiones administrativas. Sus funciones políticas han sido rebasadas por los intereses en juego. Las políticas públicas son manipuladas por bancos, petroleras, medios impresos y electrónicos, cadenas comerciales, gigantes agropecuarios, industriales y comerciales. Los presupuestos públicos se aplican como botín. Los presupuestos son negociados antes de aprobarse. Los estados sub nacionales, regionales o locales se han vuelto feudos de poder y corrupción.

4. Salvo honrosas excepciones los políticos están al servicio de intereses hegemó- nicos, sectarios, de medios de información, de grupos de presión o de interés tipo asociaciones empresariales, armamentistas, académicas y aun del crimen organizado. En México mandan personajes como Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, Larrea, Bailleres y algunos extranjeros. En México los grupos económicos de origen español, árabe, judío y otros, por su gran espíritu de cuerpo, resultan con ventajas que no tiene el resto de la sociedad dividida, manipulada y marginada.

5. En todos los países se nota cada día la menor aplicación de la ley y la falta de justicia. En EU la policía se excede contra los negros, los fondos buitre florecen, en Europa se demoniza a los musulmanes sin distingo, en México sigue prevaleciendo la discriminación contra los indígenas, en otros países la pasan mal mujeres niños y ancianos o minorías étnicas que son vejadas y no tienen garantías en los tribuna-les. Las cárceles están repletas de pobres y desadaptados.

6. Los partidos políticos ya no representan a los votantes y la mayoría de los candidatos son expresión de las cúpulas que se vuelven sectarias y pactan con el enemigo ideológico con tal de mantenerse en el poder. Muchos partidos políticos están en manos de grupo que operan como mafias (la “cosa nuestra” como diría Hansen) o son cotos familiares y tribales. El votante es manipulado sin piedad.

Pero hay esperanza, en otra entrega diré que pienso al respecto.

Comentarios y sugerencias: mardefondoqgmail.com