Razhy González Rodríguez, titular de la recién creada Defensoría Especializada en Protección a Periodistas, Defensoras, Defensores de Derechos Humanos, comentó en entrevista que este organismo reabrirá casos emblemáticos de violación a las garantías individuales de defensores, defensoras y periodistas, acontecidos en años anteriores y que no han sido solucionados ni conocido la justicia.
“La impunidad es la que abona a que se den las nuevas agresiones” dijo el alguna vez periodista y hoy asesor en materia de derechos humanos.
El nuevo funcionario se pronunció por una vigilancia de lo que hace y deja de hacer el gobierno del estado, apostando siempre a la capacitación, a la auto protección por parte de los propios agredidos.
“Con pláticas de especialistas con los que los afectados puedan dialogar acerca de que medidas de seguridad tomar para sus situaciones de riesgo.”
Las movilizaciones, manifestaciones y elecciones, son los escenarios sobre los que se suscitan en Oaxaca los casos drásticos de agresiones a periodistas. Tomar recomendaciones, hacer informes especiales y emitir alertas, serán las funciones que llevará a cabo la defensoría precedida por Razhy González.
Quien confirmó que, existe un registro de defensoras, defensores de derechos humanos y periodistas agredidos.
“Tenemos una serie de expedientes, en estas semanas los analizaremos y confiamos que para los primeros días de abril ya podamos tener más claro el detalle de los casos.”
Razhy dejo claro que, las identidades de los rostros de estos expedientes no se pueden hacer públicas, por razones de seguridad, pues es decisión del o de la afectada si sus datos pueden o no ser difundidos. “Una lista completa jamás la tendremos.”
Sobre la irrupción final en el acto de presentación del periodista y miembro del Consejo de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Pedro Matías Arrazola, quien señaló a la Sección 22 y al Frente Popular Revolucionario (FPR) como dos entes y organizaciones sociales que actualmente registran un gran número de agresiones e intimidaciones a periodistas, el nuevo defensor respondió.
“El estado debe combatir la impunidad, el estado no puede dejar en la impunidad ninguna agresión a ningún periodista, venga de donde venga.”
Calificó de “falsa contradicción” (“como cuando dicen que los derechos humanos protegen a los delincuentes”), el que las organizaciones mencionadas por Arrazola puedan también encontrarse defendidas por la Defensoría.
“Tú puedes haber sido vulnerado en tus derechos humanos, puedes haber sido una persona agredida y después ser agresor. Y no por haber sido agresor vamos a dejar de pelear por tus derechos humanos.”
González consideró como vital el factor de autoprotección entre los periodistas y defensoras y defensores amenazados, pues es trascendental que ellas y ellos mismos se asuman en riesgo.
Sobre el caso de un periodista y reportero oaxaqueño que se hizo público en las redes sociales y quien recibió veinte amenazas de muerte durante dos meses por entes anónimos sobre noticias que ya ni siquiera estaba cubriendo y que lo llevaron a esconderse y dejar de hacer su trabajo, Razhy especificó que en la nueva Defensoría existe un procedimiento para casos como estos.
“Se hace un análisis de riesgo para identificar el nivel de peligro y vulnerabilidad Se le pide al estado que emita medidas cautelares de protección, los gobiernos están obligados a hacerlo. A partir de ahí se pueden definir distintos tipos de acción.”
Para el defensor se trata de procurar que la medidas de protección no impidan tampoco el trabajo de defensores, defensoras y periodistas, pues si se empieza a hablar de escoltas policiacas estos al corto y largo plazo no podrán hacer su trabajo.
Analizar cuáles son las medidas posibles que no vulneren su ejercicio profesional diario, es pues el paso que se necesita.
“Se piensa que la Defensoría va a funcionar como un escudo para los periodistas y no es así. No tenemos cascos azules, no tenemos una policía de los Derechos Humanos.
“Estamos limitados en recursos tanto humanos como materiales. Capacidades y alcances legales.”
Aclaró Razhy pero ponderó que aun así la nueva Defensoría Especializada en Protección a Periodistas, Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, tiene muchas posibilidades de actuar, las cuales se multiplican si actúa en conjunto con las organizaciones y la sociedad civil.
“Con las organizaciones de periodistas habrá un trato de colaboración y un diálogo franco. Estableceremos contacto con ellas para saber cuáles son los casos que reportan y establecer cuales tenemos en nuestros expedientes y cuáles no.”